Lakers vs Warriors: La serie que todo el mundo anhelaba

Los que siguen el baloncesto de la NBA desde un principio estaban muy claros de lo atractivo que sería presenciar una serie de Playoffs entre dos equipos que cuentan con dos de los mejores jugadores de la liga, y que saben muy bien lo que es jugar estas instancias decisivas.

Con todo y que no tuvieron la mejor fase regular y que hasta se llegó a pensar que ninguno de los dos iba a poder lograr su clasificación; pero hay algo en este deporte y en otros muchos que se llama jerarquía y es lo que se ha salido a relucir, sobre todo cuando tienes a un Stephen Curry por un lado y a un LeBron James por el otro.

Antecedentes lejanos

Y si bien es cierto que se trata de dos franquicias con tradición reciente en esta etapa, muy pocas veces se han visto las caras en la misma; de hecho, en 1991 fue la última vez que se midieron en las semifinales de conferencia de aquella edición, con triunfo 4-1 de Los Ángeles, teniendo aún en sus filas a “Magic” Johnson y Vlade Divac.

Un equipo californiano de ese entonces que llegó a jugar las finales de la liga, pero se tropezó con el primer campeonato de los Chicago Bulls y Michael Jordan, y en el cual ya Steve Kerr, actual coach de Warriors, era todo un profesional, vistiendo primero el uniforme de los Cleveland Cavaliers.

Previo a esa edición, los Lakers ya se habían impuesto ante los de Golden State; primero en la final de conferencia de 1973 y luego en la serie divisional de 1977; en la época en la que los Warriors se denominaban de San Francisco, se llegaron a enfrentar desde 1967 hasta 1969, y solo en una de esas tres ediciones los actuales campeones se quedaron con el triunfo.

¿Qué pasará ahora?

Pero ahora todo es diferente, ya que ambos llegan en buen momento tras haber dejado sin opciones a dos de los mejores clasificados de la zona, como los Memphis Grizzlies y Sacramento Kings, y pues la mesa está servida para que desde este martes, comenzando primero en el “Chase Center“, y en lo que fácilmente puede ser una serie que al menos puede garantizar 6 buenos partidos, o quizás un séptimo.