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El conjunto de Los Ángeles Lakers aún mantiene fresco el lamento de una primera derrota en el inicio de la serie final de conferencia del oeste ante el sembrado 1 de esta zona, los Denver Nuggets, sobre todo por la manera en la cual se desenvolvió este duelo.

El equipo liderado por LeBron James se vio muy abajo en el marcador cuando se desarrollaba el segundo parcial, viéndose de nuevo como esta maquinaria que a su vez lidera el serbio Nikola Jokic tomaba una ventaja de 20 puntos y con un despliegue que hacía pensar que todo esto se iba por un solo camino.

Pero los de Darvin Ham estaban conscientes de que todo el esfuerzo hecho por llegar acá no podía ser en vano, y que si se tenía que cargar con la derrota, no podía ser por ese margen; y en efecto, todos los llamados se colocaron el traje de obrero y lograron ponerse a solo tres puntos debajo.

Entonces el “Rey LeBron” tuvo la posibilidad de emparejar las acciones en una posesión que terminara siendo clave en el resultado final; se la jugó, creyó en sí mismo y lo intentó desde la larga distancia, pero su intento fue infructuoso y enseguida las críticas no tardaron en llegar.

Más allá de que es el mejor anotador histórico de la liga, y que siempre tendrá licencia para este tipo de cosas, quizás no era el mejor momento para que él tomara esta determinación, sobre todo cuando en cancha habían par de jugadores con mayor porcentaje de acierto desde el perímetro como Austin Reaves y D’Angelo Russell.

Luego del partido se pudo notar la velocidad con la que James se dirigió a los vestuarios, con la típica impotencia de no lograr el resultado estando allí tan cerca; lógico, estamos hablando de un competidor por excelencia y que nunca se rendirá hasta el final, sin mirar su estado físico ni su edad.

Llama la atención también que el coach Ham solo utilizó a 8 jugadores en todo este primer partido, habiendo llamado desde el banquillo únicamente a 3 piezas que han rendido en demasía como Lonnie Walker IV, Jarred Vanderbilt y el japonés Rui Hachimura; por lo que deberá cuidarse de que el físico de su plantilla no llegue a fallarle ahora cuando más se requiere.

Este jueves será el segundo compromiso en el mismo escenario del “Ball Arena”, y será una nueva oportunidad para enmendar lo no logrado en el primer choque para este equipo californiano, y sobre todo para un legendario LeBron James, que sabemos que no bajará los brazos hasta que no se vea de nuevo bregando en unas finales.