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Los New York Knicks han demostrado ser un equipo sólido en la presente temporada de la NBA, ubicándose en el tercer puesto de la Conferencia Este con un récord de 37-19. Su rendimiento ofensivo también ha sido sobresaliente, con un rating de 119.5, el tercero mejor de la liga. Sin embargo, estas cifras esconden una preocupante debilidad: la incapacidad de los Knicks para competir contra los equipos candidatos al campeonato.
La derrota del pasado viernes ante Cleveland Cavaliers por un abultado 142-106 fue la última de una serie de resultados que evidencian un problema estructural en el equipo dirigido por Tom Thibodeau. Hasta el momento, New York tiene marca de 0-2 contra Cleveland (líder del Este), 0-2 contra Boston Celtics (segundo del Este) y 0-2 contra Oklahoma City Thunder (líder del Oeste). Más alarmante aún es la diferencia en el marcador en estos juegos: cuatro de esas seis derrotas fueron por más de 20 puntos, lo que indica que los Knicks no solo pierden, sino que son completamente dominados.
Un problema que se acentúa en el momento clave
En el último mes, el equipo ha acumulado derrotas contundentes en el Madison Square Garden ante otros contendientes del Oeste como Los Angeles Lakers (128-112) y Minnesota Timberwolves (116-99). Esta tendencia preocupa especialmente de cara a los Playoffs, donde los Knicks podrían verse nuevamente contra equipos de esta jerarquía.
En las últimas dos temporadas, New York ha sido eliminado en la segunda ronda, y los actuales resultados sugieren que la historia podría repetirse. En un escenario de postemporada, los Knicks probablemente se enfrentarían a los Celtics en la segunda ronda, un equipo contra el que han encajado 132 y 131 puntos en sus dos encuentros de la temporada.
Lo más preocupante es que los All-Stars Jalen Brunson y Karl-Anthony Towns han estado presentes en todas estas derrotas. No hay excusas por ausencias clave, lo que deja en evidencia que el problema es colectivo y no depende de individualidades.
Una defensa vulnerable ante ofensivas explosivas
Un patrón recurrente en estas derrotas es la cantidad de puntos encajados. Los Knicks tienen marca de 6-13 esta temporada cuando reciben más de 120 puntos, y los Celtics, Cavaliers, Thunder y hasta los Indiana Pacers han explotado esta debilidad. La defensa de los Knicks, una de las fortalezas de los equipos de Thibodeau en el pasado, no ha podido contener a los mejores ataques de la liga.
Prueba de fuego ante Boston Celtics
El próximo domingo, los Knicks tendrán una oportunidad crucial para demostrar que pueden corregir este problema cuando visiten a los Boston Celtics. Con un mes por delante antes de la recta final de la fase regular, New York debe encontrar la manera de ser más competitivo ante los verdaderos favoritos.
Si no logran cerrar la brecha con los mejores equipos de la liga, los Knicks podrían vivir otra decepcionante postemporada, quedándose una vez más en el camino hacia la gloria de la NBA.