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Nikola Jokic es uno de los jugadores más dominantes de la NBA, con tres premios MVP y un campeonato con los Denver Nuggets. Sin embargo, incluso las mayores estrellas han tenido derrotas que los han marcado profundamente. Para Jokic, la derrota más dura de su carrera no fue en la NBA, sino en los Juegos Olímpicos de París, donde la selección de Serbia cayó ante Estados Unidos en las semifinales.

En una reciente entrevista durante el Media Day de la NBA, Jokic habló con franqueza sobre ese momento, afirmando que la caída contra el equipo estadounidense fue la derrota más dolorosa de su vida. “Tuvimos una gran oportunidad y al final nos derrotaron”, confesó el serbio. A pesar de estar al frente por 15 puntos en el último cuarto, la selección de Serbia no pudo contener la remontada liderada por Stephen Curry y otros grandes nombres de la NBA.

Jokic, quien suele mostrarse tranquilo y reservado, especialmente durante la temporada regular de la NBA, se transforma cuando representa a su país. En competiciones internacionales como los Juegos Olímpicos, se le ve más expresivo y emocional, dejando claro lo mucho que significa para él jugar para Serbia. La derrota contra Estados Unidos fue particularmente dura porque, según Jokic, sentían que tenían todo para ganar, lo que aumentó la frustración al perder una ventaja tan significativa.

En ese partido, Jokic tuvo la oportunidad de sellar la victoria con un tiro que, lamentablemente, falló cuando quedaban poco más de cinco minutos en el reloj. El equipo estadounidense aprovechó la situación y terminó llevándose la victoria, dejando a Serbia fuera de la final. Aunque los serbios lograron recuperarse y ganar el bronce contra Alemania, la herida de esa semifinal sigue abierta para Jokic.

A pesar de la amargura, Jokic ha sabido convertir esa derrota en motivación. En su regreso a la NBA, mostró un nivel aún más alto, llevando a los Nuggets al campeonato en 2023 y consolidándose como uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. Sin embargo, su mirada sigue puesta en las competiciones internacionales, donde espera algún día saldar cuentas pendientes y obtener el oro que tanto ansía para Serbia.

Esta historia no solo refleja el lado humano de las superestrellas del deporte, sino también la capacidad de resiliencia de un jugador como Jokic, quien, a pesar de las derrotas, continúa elevando su nivel de juego en cada escenario.