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Después de esa plata en los Centroamericanos de San Salvador, muchos en Quisqueya pensamos que allí en el Domo de la Feria de León, el seleccionado femenino de baloncesto podría al menos pasar a segunda ronda.

Esa era la idea y en perspectiva, antes de arrancar la nueva edición de la FIBA AmeriCup Femenina de este 2023, las sensaciones eran las mejores con el grupo de chicas dirigido por el cubano Alberto Zavala, pero la realidad acabaría pegándonos bien fuerte en la cara.

Los hechos

La derrota frente al combinado mexicano 62-69, nos hizo pensar que se podía dejar una mejor imagen en la duela que aquella de dos años antes en San Juan 2021.

En aquel entonces, a pesar de perder todos sus partidos, las antillanas pasaron a segunda ronda quedando últimas en su grupo, debido a la descalificación del combinado argentino.

La debacle

Ese duelo contra las aztecas dio la impresión que tan siquiera se podía emular lo hecho en 2013 y 2017, pero no, un día después, las antillanas se desplomaron frente a Puerto Rico, cayendo 73-47 y hace par de jornadas, tocaron fondo ante el seleccionado Colombia, volviendo a ceder, en esta ocasión por marcador de 70-56.

Las excesivas pérdidas de balón, el bajo porcentaje en cuanto a tiros de campo y los reiterados problemas en defensa dejaron sin opciones a las dominicanas, que practicamente eliminadas fueron a un duelo de puro trámite ante el seleccionado de canadiense.

Las norteñas no tuvieron clemencia con las pupilas de Zavala y acabaron imponiendo su clase en la cancha hasta dominar por marcador de 88-48.

La peor despedida

Fue la peor de las despedidas para Dominicana, que otra vez se vuelve a quedar a las puertas del gran salto, ello a pesar de contar con un núcleo de jugadoras con notable proyección, como Esmery Martínez, Cesarina Capellán, Yohanna Morton, Maira Horford y Sugeiry Monsac.

¿Qué pasó?… simplemente creo que el reto les quedó muy grande a las criollas y ahora solo resta pasar la página, sacar las debidas enseñanzas y enfocarse en los próximos desafíos.