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Mucho se ha dicho y con cierta razón que los Chicago Bulls no hubiesen logrado sus 6 títulos en la NBA, de no haber contado con la presencia tanto de Michael Jordan como del que fuera siempre el segundo mejor jugador de este equipo, Scottie Pippen; algo que el mismo Jordan ha reconocido en múltiples veces.

Pippen siempre se consideró como aquel jugador que complementaba a “Su Majestad” y que rodeado de otras buenas piezas fueron prácticamente imbatibles en la década de los 90.

Pero la polémica entre estos dos personajes siempre estuvo presente, incluso desde aquella época, solo que como bien sabemos no existían los medios de comunicación de hoy en día para darlo a conocer abiertamente; y nos tenemos que detener justo en el primer retiro de Jordan del baloncesto, luego de ganar su tercer anillo en 1993.

En las siguientes dos temporadas, al no contar con MJ, los Bulls carecieron de ese líder que tomaba el tiro decisivo en el “Clutch”, con todo y tener el liderazgo de “Scottie”, y esto se vio reflejado al ni siquiera acceder a las finales de la liga.

Muchos recordarán unas imágenes de Pippen mostrando sus botines con la figura de Jordan de la marca Nike, incitándole a que regresara con los Bulls, justo en la campaña donde este concretara su regreso a los tabloncillos, algo que en efecto ocurrió en el tramo final de esta, aunque el objetivo final no se concretó.

Entonces acá todos concluimos que si Jordan no estaba presente, era cuesta arriba que el equipo quedase campeón; desde allí se comenzó la matriz de que Pippen siempre sería un “segundón” en este conjunto y que sus buenas actuaciones se verían opacadas por las del nativo de Charlotte.

Algo que de forma inevitable desembocara en el inicio de rencillas internas en ese vestuario, y hasta amenazas de Pippen de dejar este equipo en 1997; pero los directivos de Chicago trataron de convencerle para que se quedara al menos un año más, ya con 5 anillos logrados.

Era evidente que Pippen quería tener su propio espacio y protagonismo y dejar de ser segundo actor en los Bulls; pero resulta que solo pudo ser campeón en Chicago, y será algo que nunca podrá ocultar, y de aquí también puede provenir algún malestar con quien fuera su compañero de muchas batallas.

Un nuevo escándalo que involucra al hijo de Jordan

Pero resulta que no todo se iba a quedar dentro de los tabloncillos, puesto que desde hace algunos meses se ha conocido que estos dos personajes han regresado a la palestra, al saberse de la nueva relación sentimental de la ex pareja de Scottie, Larsa, con Marcus Jordan, hijo mayor de Michael.

Lo que ha desatado cualquier cantidad de señalamientos sobre la ya complicada relación Jordan-Pippen, que con esto ahora lo que generaba es que la misma fuera aún más áspera; aunque ambos personajes han preferido quedarse al margen y no opinar mucho al respecto.

Y si le sumamos lo que ha generado la eterna discusión sobre si LeBron James ya ha superado a Jordan como mejor jugador de todos los tiempos en la NBA, Pippen no quiso guardar mucho silencio y señaló que “LeBron estadísticamente es mucho mejor” y de paso, antes de que él llegara a los Bulls, “Michael era un jugador horrible y que luego con mi llegada fue que comenzamos a ganar“.

Ya aquí pareciera que hubiese hablado con cierto resentimiento y hasta de envidia, algo que no lo sabremos con precisión; pero si denota que esto está cada vez más lejos de resolverse. Pippen siempre dirá que no odia a Jordan, pero… sabemos que tampoco lo quiere.