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Los Washington Wizards han oficializado el inicio de su proceso de reconstrucción, un camino que, según los principales ejecutivos de la franquicia, Michael Winger y Will Dawkins, apenas está comenzando. Durante una conferencia de prensa de pretemporada, ambos directivos dejaron claro que el equipo está enfocado en las fases más tempranas de este proceso, con la prioridad de deconstruir lo que hay para luego comenzar a establecer los cimientos del futuro.

“Si realmente vamos a pensar en ello, en las fases de la reconstrucción… También está la fase de deconstrucción, la fase de sentar las bases. Luego tenemos la fase de reconstruirlo y, por último, está la de fortalecer lo que se construye. Todavía estamos centrados en deconstruir y sentar esas bases”, afirmó Winger. Con estas palabras, los Wizards admiten que no buscan resultados inmediatos, sino que están preparados para pasar por un período de transición que podría durar varias temporadas.

Este enfoque no es sorprendente para quienes siguen de cerca a la franquicia. Los Wizards llevan varios años sin encontrar un rumbo definido. En las últimas seis temporadas, solo lograron llegar a los playoffs en una ocasión, y su registro más reciente, de 15-67, los colocó entre los peores equipos de la liga. Sin embargo, este mal desempeño forma parte de un plan a largo plazo que apunta a generar una base sólida de jugadores jóvenes que, con el tiempo, puedan devolver a Washington a los primeros planos.

La apuesta por el futuro incluye a talentos como Alex Sarr, Carlton Carrington y Kyshawn George, quienes fueron seleccionados en el último draft, junto con Bilal Coulibaly, otro joven que representa una pieza clave en este rompecabezas. La intención de los Wizards es que estos jugadores se desarrollen y crezcan juntos, formando la base de un equipo que, aunque se enfrenta a un presente difícil, busca construir una dinastía en el futuro.

El reto es enorme, pero los Wizards están decididos a no apresurar el proceso.