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A finales de 2022,  es decir, hace apenas unos meses,  para sorpresa de la mayoría de fanáticos y especialistas, Buck Showalter volvió a ser elegido como Mánager del Año, luego de que en su regreso como dirigente a Las Mayores, concretara con los Mets una campaña memorable de 101 victorias.

El avezado timonel se llevó el polémico galardón, quizás como una especie de consuelo, pues vale recordar que a pesar del mencionado número de victorias, el elenco de Queens vio en primera instancia como los Bravos de Atlanta, ganaban la dura porfía por dominar la División Este de la Liga Nacional y si esto fuese poco, días después, en el mismo Citi Field, unos inspirados Padres de San Diego desbarataban los planes de la franquicia de avanzar al menos hasta la discusión del campeonato en el viejo circuito.

Otro trago amargo para Showalter

A sus 66 años, Showalter solo pudo atinar a tragar en seco y sin todavía poder digerir el amargo sabor de la bilis provocado por la estruendosa caída de los Mets,  el estratega debió ver también como Dusty Baker ponía fin a una larga sequía sin poder tener el ansiado anillo, tras largo tiempo como dirigente.

La misión era ganar, equipo había para eso, Jacob DeGrom, Max Scherzer, Edwin Díaz, Francisco Lindor, Pete Alonso, Jeff McNeil y el dominicano Starling Marte, pero otra vez la dialéctica de la vida demostró en este caso que a golpe de billetera no se logran los campeonatos y Showalter fungiendo de espectador, solo podía mirar todo lo que ocurría.

El presente

Para este 2023, la realidad es bastante similar a la del año anterior e incluso los Mets se muestran con mayor potencial que por aquel entonces, pues si bien no está Jacob DeGrom, la entrada de Justin Verlander y Kodai Senga, pintan como variantes perfectas para suplir la ausencia de quien otrora fuese su as.

Showalter llega a esta nueva zafra con un aval digno de película, hablamos de 21 temporadas como director desde aquel inicio con Yankees en 1992, así como 1652 victorias en su haber, sin embargo su gran deuda sigue ahí, nos referimos a esa de no poder ganar un titulo de Serie Mundial.

Por momentos parece ser su destino, es lo que ha marcado su devenir tanto en el Bronx, como en Arizona, también en Baltimore y ahora con Mets y en este punto adquieren connotación sus recientes palabras a ESPN, donde habló que la meta no es ganar la división, ni 90 o 95 juegos; la meta es regresar al Clásico de Otoño y teñirse de gloria de una vez y por todas….¿ irá Showalter contra su destino?