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Cuando se supo que nuevas reglas entrarían en vigor a partir de esta temporada 2023 de las Grandes Ligas, muchos predijeron que las mismas causarían confusiones y altercados. Al mismo tiempo, los más positivos dijeron que no supondrían mayores riesgos, pero se equivocaron. Un nuevo capítulo de duda y asombro respecto a las leyes tuvo lugar en el duelo entre los Cachorros de Chicago y los Cascabeles de Arizona en el Spring Training.

Así como le ocurrió el otro día al toletero de los Padres del San Diego, Manny Machado, y también a las novenas de Bravos de Atlanta y Medias Rojas de Boston, hoy los implicados fueron oseznos y reptiles. Sin embargo, es la primera vez que dos divisas violan el reglamento a la vez y son sancionadas en consecuencia de ello.

Sí, así como se lee, tanto Cubs como D-backs fueron castigados por no cumplir con el protocolo que impone el reloj para bateadores y lanzadores. La situación se tornó incluso graciosa, aunque hay que acotar que esto fue así porque estamos en fase de pretemporada. En otras palabras, nadie puede aseverar que, en plena competencia, dichas circunstancias serán tomadas con tan buen agrado.

El quid de la cuestión

Había terminado la segunda entrada y el marcador se mantenía inmóvil cuando el lanzador de turno por los Cascabeles, Joe Mantiply, se preparaba para dar comienzo al inning número 3. Del otro lado, el bateador de turno, Brennen Davis, hacía lo propio. ¿Qué pasó? Resulta que por haberse tardado más de lo debido en comenzar el episodio, el pitcher recibió una bola de sanción en el conteo. Del mismo modo, su rival también fue escarmentado con un strike por no entrar a la caja de bateo.

Esto hizo que el conteo arrancara en 1-1 y no en 0-0 como es lo habitual. Algo rarísimo que ante la mirada atónita del público tuvo lugar en el día de ayer. Es el nuevo béisbol… y tendremos que acostumbrarnos.