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Muchas son las historias de éxito que conocemos relacionadas con el mundo del béisbol. Infinidad de peloteros que luego de vivir infancias y juventudes hostiles por diversos motivos, llegan a ser grandes figuras del juego en su edad adulta. Sin embargo, no todo es color de rosas y así como hay bonitas anécdotas para ser narradas, también hay otras mucho más oscuras y trágicas.

Tal es el caso de Brandon Martin, un ex prospecto de los Rays de Tampa Bay que tenía todo para transformarse en un beisbolista de élite y ser aclamado por millones de fanáticos pero que, en cambio, acabó de la peor manera y hoy yace tras las rejas cumpliendo una condena a cadena perpetua sin derecho de ningún tipo ni posibilidad alguna de revocar la sentencia.

Ascenso meteórico

Corría el año 2011 cuando un joven campocorto de muy buenas maneras deportivas se presentó con unos tiernos 17 años al draft de la Major League Baseball después de causar tremenda sensación y expectativa con el uniforme de su secundaria, la Santiago High School de la ciudad de Corona en el estado de California.

El chico llegaba con un curriculum inmejorable y la realidad demostraría que, en efecto, era percibido como un enorme talento por las escuadras de Las Mayores. En la elección 38 de la primera ronda fue tomado por los Rayos, un conjunto que se caracteriza por hacer de los atletas que son promesas verdaderos portentos ligamayoristas.

De esa manera, tendría la oportunidad de gozar de sus primeros turnos al bate como rookie (novato) en la Gulf Coast League, un circuito cerrado de 15 equipos donde se medían los principales prospectos del momento. Su desempeño en dicho campeonato acabó siendo satisfactorio con 12 imparables en 47 turnos legales, 1 doblete, 1 jonrón, 3 carreras impulsadas, 10 anotaciones, 7 boletos recibidos y 5 bases estafadas.

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Brandon Martin en su época de prospecto.

Caída deportiva

A pesar de su buen comienzo, el futuro se tornaría hostil para el muchacho nacido en Anaheim. Entre los años 2012 y 2013, este novel torpedero que firmó por la suma de 800 mil dólares se tuvo que desenvolver entre la Appalachian League y la Midwest League, competencias en las no que tuvo el rendimiento esperado. En 2012 bateó una línea de .209/.272/.402 y en 2013 un hilo ofensivo de .206/.268/.347, lo que le valió el despido de la organización de Tampa Bay.

Sí, en 3 años pasó de ser una apuesta más que interesante a ser un desecho deportivo. Se lee mal, pero esto ocurre más de lo que muchos imaginan, puesto que la mayoría de los chicos que firman un contrato de ligas menores no alcanzan el máximo nivel.

Sumido en la depresión

No obstante, el fracaso en el rey de los deportes hundió emocionalmente a Brandon Martin a tal punto que comenzó a tener ataques psicóticos. Los eventos duraron muchos meses y aumentaron paulatinamente su frecuencia y su intensidad.

Tras casi 2 años de lucha, el excampocorto tuvo que ser recluido en un centro de salud mental por agredir a su progenitor. Después de esto, el antiguo baluarte de los Rays tomó una fatídica decisión.

Recién puesto en libertad, el otrora toletero se dirigió a su residencia, entró en ella, tomó un bate de su época en los diamantes (el mismo tenía su nombre grabado) y asesinó con él a su padre, Michael Martin, de 64 años. También acabó con la vida de su tío materno Ricky Lee Andersen, de 51 años y de un tercer sujeto llamado Barry Swanson, de 62. Este último se encontraba en la casa instalando un sistema de alarmas por encomienda de la empresa ADT, la cual había sido contratada por la familia en los días que Brandon estuvo internado. Si bien esto es muy trágico, lo cierto es que las cosas se pondrían peor.

Al escuchar gritos en la casa de los Martin, los vecinos decidieron llamar al 911. Pronto la policía se presentó en el lugar, pero el muchacho que ya tenía para ese entonces 22 años estaba lejos de rendirse. Con las autoridades detrás suyo, robó un auto, se dio a la fuga, se negó a acatar la voz de alto y en plena persecución alcanzó a herir a un agente y a un perro de la policía. Al final fue reducido, apresado y llevado a juicio, donde se presentaron en su contra cargos que ameritaban la pena de muerte.

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Brandon Martin ante la corte.

Sentenciado de por vida

Luego de 5 años, los abogados del acusado lograron sortear el castigo máximo, aunque eso sí, no pudieron evitar la cadena perpetua irrevocable. Ante el jurado y los fiscales se probó que Martin tenía un largo historial de consumo de alcohol y de drogas motivado por la decepción que le produjo el no poder brillar en el béisbol. Tampoco descartaron la posibilidad de que sufriera desde antes problemas mentales, sin embargo, no hubo evidencias concluyentes al respecto.

A día de hoy, con 29 años de edad, este joven paga condena sabiendo que jamás volverá a la vida cotidiana. ¿Está arrepentido de lo que hizo? Nadie sabe, mas su historia es de esos sueños que se transforman en pesadillas, esas que pocos se atreven a recordar.