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La expectación era palpable. En el Ed Smith Stadium, la multitud se agolpaba en las barandillas frente al bullpen de los Orioles, mirando ansiosamente hacia la figura que se levantaba lentamente, y un grito se escuchó en el aire: “¿Ese es Bautista?”. La respuesta fue unánime y cargada de emoción: sí, la “Montaña” estaba de vuelta.
El 3 de marzo de 2025, después de 556 días de ausencia debido a una lesión que requirió cirugía Tommy John, Félix Bautista volvió al montículo en un juego de la Liga de la Toronja. Durante ese tiempo fuera, tanto los aficionados como sus compañeros de equipo sintieron profundamente su ausencia, pero nadie podía igualar la ansiedad y la gratitud que se vivió cuando el cerrador dominicano, de 29 años, se subió finalmente al montículo para enfrentar a los Medias Rojas de Boston.
Un Regreso Cauteloso, pero Exitoso
La lesión de Bautista en 2023, un desgarro parcial del ligamento colateral cubital derecho, generó mucha incertidumbre, pero la promesa de su retorno siempre estuvo en la mente del jugador y del cuerpo técnico. Si bien se esperaba que la recuperación tomara tiempo, la dirección de los Orioles optó por ser cautelosa, priorizando la salud a largo plazo del lanzador sobre la posibilidad de apurar su regreso.
Ese día, el estadio vibraba con el primer lanzamiento de Bautista tras su largo periodo de rehabilitación. Con 13 lanzamientos, de los cuales nueve fueron strikes, logró retirar a los tres bateadores que enfrentó de manera rápida y eficiente, mostrando destellos del potente brazo que lo convirtió en uno de los mejores cerradores de la MLB antes de su lesión. Su recta alcanzó las 96 mph, y su splitter, aunque algo más lento que en su forma más óptima, todavía generó resultados impresionantes.
Para Bautista, cada momento fue un recordatorio del esfuerzo y la determinación que le han permitido llegar hasta aquí. Después de lanzar, no solo fue la actuación sobre la loma lo que dejó una huella en él, sino también la ovación de los fanáticos. “Fue muy emocionante. Extrañé a mis aficionados. Extrañé escucharlos cada vez que salía al terreno”, expresó Bautista, visiblemente emocionado por el apoyo que recibió.
La Resiliencia como Clave del Éxito
Durante su ausencia, muchos se preguntaron quién extrañó más a Bautista: ¿su mánager, Brandon Hyde, quien había confiado en él durante la histórica temporada 2023, o sus compañeros de bullpen, como Yennier Cano, quien compartía con él el rol de relevista de lujo? La respuesta es clara, según los mismos Bautista y Hyde: la importancia de su regreso era más que personal. Era una necesidad para los Orioles, para la temporada 2024 y para las expectativas de lo que podría lograr nuevamente.
A lo largo de su recuperación, Bautista nunca perdió de vista su objetivo. “Es algo en lo que pensé todos los días, y es algo que me mantuvo en marcha durante mi proceso de rehabilitación”, comentó sobre la motivación que lo impulsó en los difíciles momentos del proceso.
Expectativas para el Día Inaugural
El regreso de Bautista fue solo el comienzo. Aunque todavía está en proceso de alcanzar su forma ideal, se espera que esté listo para el Día Inaugural de la temporada 2025. Según las proyecciones, su recta debe alcanzar nuevamente las 99-100 mph, lo que consolidaría su regreso como una de las armas más temidas de la MLB. Sin embargo, Hyde ha sido claro al señalar que la salud de Bautista será prioritaria, por lo que se manejarán sus lanzamientos con cautela al principio de la temporada.
Los Orioles, conscientes del impacto que Bautista tiene en su bullpen, han trazado un plan para cuidarlo, limitando su uso a no más de un inning por juego y evitando que lance en días consecutivos. Mientras tanto, los relevistas como Seranthony Domínguez y Gregory Soto serán opciones viables para cerrar partidos cuando Bautista necesite descanso.
Un Vínculo con la Multitud y sus Compañeros
Uno de los momentos más emotivos del regreso de Bautista fue el reencuentro con su compañero de bullpen, Adley Rutschman. El abrazo entre ambos tras la salida del dominicano fue un símbolo de la hermandad que se ha forjado en ese bullpen de los Orioles. “Lo extrañé”, dijo Bautista sobre este gesto, confirmando lo significativo que es para él este lazo personal en su carrera.
En resumen, el regreso de Félix Bautista al montículo es mucho más que una simple vuelta a la acción. Es un testimonio de perseverancia, sacrificio y la inquebrantable voluntad de un atleta para superar adversidades. Con su presencia nuevamente en el equipo, los Orioles pueden aspirar a grandes logros en la temporada 2025, pero lo más importante es que Bautista ha demostrado que, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay espacio para la esperanza y la superación.