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Los Medias Rojas de Boston están en una situación bastante compleja de cara al futuro, eso no hay ni que repetirlo. El club que hace vida en el mítico Fenway Park ha perdido piezas importantes de su lineup en los últimos años, lo que aunado a los resultados obtenidos durante la temporada 2022 de las Grandes Ligas, hace ver que probablemente el 2023 sea un tanto amargo en términos de competitividad. Sin embargo, quizás haya una luz al final del túnel.

Estamos hablando en materia de masa salarial, ámbito en el que la escuadra patirroja comprometió 313 millones de dólares a partir del 2024 para sostener a Rafael Devers en la institución por un total de 11 campañas más. No obstante, hay que saber mirar con detalle: estamos hablando del 2024 en adelante, ya que en este ciclo que está corriendo, el toletero solo percibirá los 17.5 millones que corresponden al acuerdo previo que evitó el arbitraje salarial.

Esto quizás le dé un espacio a los Red Sox para lanzarse al mercado ahora, realizar una embestida monumental y conseguir uno o varios contratos cortos para mejorar su desnutrida nómina y quizás solo así, poder competir de tú a tú con las duras novenas que le acompañan en la División Este de la Liga Americana.

Lo más seguro es que no consiga jugadores de primera categoría y tampoco que pueda llevar a cabo pactos de larga duración, pero si utiliza la sabiduría y la sabermetría, bien podrían los gerentes de la divisa sacar partido a ese excedente que todavía no está comprometido y que solo lo estará una vez que llegue el calendario 2024.

Ahora, si dejan que llegue el siguiente enero, estarán acabados. En ese periodo tendrán a 2 hombres por encima de los 20 millones de dólares en cuanto a salario (Rafael Devers, Chris Sale y Trevor Story) y a otros 4 sobrepasando el umbral de los 10 ‘palos’ (Masataka Yoshida, Kenley Jansen, Justin Turner y Corey Kluber), algo que lapidará sus opciones de poder comprar en condiciones. Por eso, para los Medias Rojas es ahora o nunca.