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Érase una vez en Boston, allá por 2017, cuando un tipo alto, medio desgarbado, con porte decidido y sonrisa corta pero afable, parado en el mismo centro del Fenway Park, prometió ser el nuevo ídolo para la gente allí, en ese pedazo de tierra de Massachussets.

Era Chris Sale, aquel que en 2010 había debutado con los Medias Blancas de Chicago y durante siete años, sin tanto impacto mediático había descollado como uno de los buenos lanzadores zurdos de toda la Liga Americana y del béisbol en general.

La personalidad

Sus formas correctas para todo, desde su manera de vestir, con la ropa calada y su semblante algo antiguo, hasta la fuerza de sus palabras al hablar, sus formas le daban un aspecto de mormón o de uno de aquellos puritanos que allá por los siglos XVI y XVII sentaron las bases del amplio  entramado cultural que conforma hoy a Estados Unidos.

Tenía cierto carisma y desde sus años en el South Side era así y en ese primer momento con  Boston no fue diferente, acabó con forja de 17-8, dejando además una efectividad de 2,90 en 214,1 entradas de labor.

Sale terminó segundo en la votación para el premio Cy Young y en el imaginario popular la promesa comenzaba a tomar forma de la mejor manera posible y al año siguiente, si bien debió batallar con las lesiones, el ya establecido como estelar pudo afianzarse en el diamante y tras su regreso, se las arregló para trabajar 158 innings, dejando una forja de 12-4 con un promedio de limpias de 2,11.

Fue su momento

Su gran momento llegaría después, en octubre de ese mismo año, 2018, cuando sería un referente de los Medias Rojas en postemporada, de modo particular en la Serie Mundial  ante los Dodgers de los Ángeles, siendo incluso el hombre que sacó el último out del playoff por aquel entonces.

En 2019, un nuevo acuerdo por 5 años y 145 millones refrendaba el valor que poseía Sale para el club y en consecuencia fue la manera de responder a su loable impacto en apenas dos campañas.

El calvario

De súbito, como en una de esas historias donde sin esperarlo, el guion se tuerce para mal, así, sin esperarlo, sobrevino un calvario para Chris Sale y entre lesiones y buena dosis de mala suerte, tras una temporada para el olvido en 2019, cuando dejó forja de 6-11 y una efectividad de 4,40, desde entonces, durante las últimas tres zafras, solo ha podido lanzar en 14 juegos, registrando un total de 57 tramos.

El sesgo fatídico parece haberlo marcado para siempre y si bien, de cara a la nueva campaña beisbolera, los reportes aluden al hecho de que se encuentra listo para asumir un rol protagónico y por ende formar parte del roster desde el Opening Day, si bien es así,  quedan las dudas, ¿ se lesionará?, ¿ por cuánto tiempo será?

¿ Renace la esperanza?

Como sea, en Boston se aferran a la esperanza de tener sano a Chris Sale y en este sentido, nadie puede dudar que sin lesiones su impacto puede ser prominente otra vez y  a esto apuesta Alex Cora en este minuto.

¿ Qué versión veremos de Chris Sale?, el tiempo y el terreno como siempre dirán.