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Después de ese quinto inning, algunos volvieron a pensar en Verlander, en Justin Verlander, el mismo que en este minuto intenta imponer su clase con los Mets de Nueva York, el imponente Cy Young que durante unos seis años cimentó su leyenda allí en el Minute Maid Park y tras el título en la última Serie Mundial decidió decir adiós.

Verlander se fue, pero quedó Framber Valdez y en perspectiva el criollo debía llenar el vacío que el estelar dejaba en la rotación del elenco sideral. Luego de varios años viviendo a la sombra de Gerrit Cole y del propio Justin Verlander, el dominicano tenía la oportunidad que tanto había esperado.

La estela de “el elegido”

A su temporada de ensueño en 2022, esa donde dejó forja de 17-6 y una efectividad de 2,82, Valdez le añadió un desempeño pletórico en postemporada, luciendo inmenso ante Marineros y Yankees y en el Clásico de Otoño cobrando venganza de lo ocurrido frente a los Bravos en octubre de 2021.

Había confianza en el Minute Maid, Park, era “el elegido”, el heredero de ese enorme legado que había dejado Gerrit Cole, pero sobre todo Verlander y casi tres meses después de haber comenzado la nueva campaña en Grandes Ligas, está ha sido la historia…

Cuestión de hechos

Por momentos el antillano ha dado la impresión de que sí, que ha cumplido con las expectativas o que las puede cumplir, se ha mostrado implacable encima del box. Fue lo que vimos en Anaheim hace unas semanas, cuando maniató a los Angelinos durante siete tramos o aquella otra vez cuando lanzó completo contra los Atléticos de Oakland, para apuntarse una nueva lechada y el quinto juego completo de su carrera y al mismo tiempo pasar página respecto a la pésima apertura que días antes había concretado.

Intermitente, así ha estado, un juego bien, dos, luego otro, después mal, demasiado mal diría, mostrándose muy por debajo de ese gran reto que tiene dentro del staff de los actuales campeones y poniendo en dudas aquel  criterio casi absoluto que hablaba de un serio caso para Cy Young.

Y Framber volvió a caer…

Hace unas horas, allá en Toronto, luego de haber hilvanado una racha de tres victorias consecutivas, Framber Valdez volvió a caer.

En cinco marcos, ponchó a cinco bateadores de la artillería del elenco canadiense, pero concedió cuatro boletos, así como 4 imparables y tres carreras para abandonar el box con el áurea de otra derrota merodeando en el ambiente y esa sensación pesada de que el reto le puede estar quedando grande.

Fue otro sonado fracaso para Valdez y para los Astros, que marchan segundos en el Oeste de la Liga Americana con marca de 36-27 y tal vez en este minuto, esa es la noticia que menos quisieran escuchar los aficionados en Houston.

En líneas generales, el dominicano ha visto acción en 13 encuentros, dejando un registro de 6-5, estampando una efectividad de 2,36, con un whip de 1,06 y 89 ponches en 84 capítulos.

El tema trasciende, pues en medio de la encarnizada batalla que la tropa de Dusty Baker está sosteniendo con los Vigilantes de Texas; en medio de esta contienda urge como nunca antes tener a Framber Valdez en su mejor versión… ¿usted qué cree?