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Si alguien ha pasado despercibido para la gran prensa ese ha sido Camino Doval. El lanzador de los Gigantes de San Francisco no es que solo lleva 41 ponches en 27 entradas y 2/3 de labor sino que además ha salvado 16 juegos en 17 oportunidades.

Esto lo convierte en uno de los mejores cerradores de todo el beisbol. No todo queda allí. Su WHIP es de 0.94 y su efectividad está en 1.95. Si nos ponemos a ver hasta ahora lo que ha hecho el derecho dominicano, hablamos de números de video juego, una vez pasados los 65 juegos de la temporada.

El promedio de velocidad del meteoro de San Francisco es de 99 millas por hora. Esto levantó la cejas de los entendidos y en la TV de la bahía corrieron a preguntarle cuál era el secreto para soltar la pelota a tan altas velocidades.

“No tengo secretos”, dijo el nacido en Yamasá, quien fue designado Relevista del Mes en mayo. “Yo solo me concetró en soltar la pelota. A veces la suelto con fuerza y digo solamente que esto es una benidición de Dios”. 

Doval ha estado hermético en los últimos cuatro compromisos, en donde no ha permitido mayores libertades, amén de pasar a seis por las armas entre el 31 de mayo y el 8 de junio.

“Yo ni pienso en lo que hice mal luego de una salida”, explica. “Siempre pienso que mañana será un día nuevo y concentrarnos en eso”.

En lo que va de año, los números totales de Doval impresionan. En 12 juegos ha pasado a dos o más por las armas, diseminados de la siguiente manera: nueve careos con un par de ponches y el resto ha sido fusilando a los tres que enfrenta.

Lo más impresionante son sus cuentas de lanzamientos. El jueves soltó 12 envíos y 8 de ellos fueron en strike, el miércoles fue 9 de 12, pero el 3 de junio, frente a Baltimore de los 12 disparos que soltó 10 fueron en la zona buena.