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Vladimir Guerrero, Jr. quiere jugar con los Tigres del Licey. La noticia se ha vuelto en un rumor público manejado por las personas de adentro y de afuera del juego.

Una fuente le dijo a La Pelota De Aquí  que existe un gran interés por parte de Vladimir Guerrero, Jr., la estrella de los Blue Jays de Toronto en las Grandes Ligas, de jugar con los Tigres del Licey en la continuación de la temporada de la LIDOM. Para ser posible, Guerrero debe primero jugar con su equipo, los Leones del Escogido (eliminados), para poder ser elegible en el Draft de Reingreso de cara al Round Robin.

La información además se apoya en la gran relación que existe entre Guerrero y Oneil Cruz, el joven torpedero de los Piratas de Pittsburgh en el béisbol mayor y que actualmente está cumpliendo días con los azules en la Liga Dominicana. Cruz y Guerrero son oriundos de la parte sur de la República Dominicana.

El permiso reducido, pero con puertas abiertas

Vladito le dijo a Helen Acevedo que por el momento solo tenía permiso para cuatro días. Igual también le dijo que está interesado en extender su permiso y que de conseguirlo, además tendrá que hablar con su papá para saber si este aprueba que vaya al Draft de Reingreso de cara al Round Robin. Sobre esta parte, toma fuerzas el deseo por parte de Guerrero de lucir la chaqueta del Licey, puesto que su padre, abiertamente fanático de este equipo, y que además jugó para ellos en diversas ocasiones.

¿Llegada mal intencionada?

En la actualidad, Guerrero es un jugador de perfil alto en las Grandes Ligas por lo que es entendible que no haya llegado con anterioridad a este torneo. Sin embargo, muchos sostienen que decidió enfilarse ahora por el chance que existe de que pueda reforzar a los Tigres del Licey. De igual forma, se dice que si el Licey no queda en el primer puesto (que escogería primero en el sorteo), Guerrero no se inscribiría.

Nosotros entendemos que todo se pudo haber dado circunstancialmente. Hemos visto la buena relación entre Guerrero y su club actual, aunque también entendemos que el niño que tiene dentro le gustaría seguir un paso más de los de su padre y lucir la franela azul sería todo un sueño.

 

Veremos qué pasa.