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No es un premio cualquiera, no, el Warren Spahn, al mejor lanzador zurdo del año tiene su trascendencia y no lo digo porque en sus días lo ganaron hombres como Randy Jonhson y Clayton Kershaw.
Ahora mismo, mientras escribo, luego de haber quedado a las puertas del Cy Young por segundo año consecutivo, el mexicano Julio Urías, fue galardonado con el Warren Spahn quizás, lo pienso así, como la manera más decente de reconocer su gran año, su segundo gran año en Grandes Ligas.
Más que merecido
Para algunos, como en la pasada campaña, puede ser un premio de consolación, el último gesto honroso hacia un jugador que, sin tener el foco mediático de otros, fue muy bueno en 2021, llegando a las 20 victorias y mejor en 2022, mostrándose más sólido, dominante en toda la línea, con menos victorias, pero con un promedio de limpias de excelencia, hablamos de 2,16, así como un whip de apenas 0,96.
Lo de Urías fue sensacional y en la temporada de ensueño de los Dodgers hasta los playoffs, el mexicano fue sin dudas uno de los puntos altos de la franquicia californiana, cerrando una postemporada de lujo al ganar un juego en la Serie Divisional.
La trascendencia
Refiere MLB que el oriundo de Culiacán, eclipsó a hombres como Max Fried, Framber Valdez, Carlos Rodón y el propio Clayton Kershaw, dentro de las figuras más notables en la pléyade de zurdos estelares que animan la Gran Carpa al día hoy.
En este punto, algunos hablan de mala suerte, pues en 2021, sus números extraordinarios fueron opacados por un Corbin Burnes de leyenda y un año después, al final, era una misión imposible pensar que Julio Urías podía superar al dominicano Sandy Alcántara; cuestión de hechos diría…
Su propia historia
Como sea, siete años después de su debut en el mejor béisbol del mundo, siendo criticado y cuestionado por fanáticos y por los propios especialistas, que si el peso, que si la forma de su ojo, que si Fernando Valenzuela, como sea, siete años después, Julio Urías ya ha escrito su propia historia.
Está ahí, delante de nuestras narices, espantando sus demonios, todos y tratando de sopesar la mala suerte como el mejor lanzador zurdo del momento y eso al final, solo podrá derivar en buenos resultados, tal vez hasta en el añorado Cy Young, ¿quién sabe?, por ahora tendrá que esperar.