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Un equipo de campeonato con una gran incógnita.
Los Mets de Nueva York entran a la temporada 2025 con grandes expectativas tras una impresionante postemporada en 2024 y la histórica adquisición de Juan Soto. Con un núcleo ofensivo de élite que incluye a Francisco Lindor y Pete Alonso, las aspiraciones en Queens son claras: competir por la Serie Mundial. Sin embargo, hay un problema que podría convertirse en su talón de Aquiles: el pitcheo.
Pese a los movimientos en la agencia libre, el cuerpo de lanzadores de los Mets presenta dudas significativas, agravadas por las lesiones de Sean Manaea y Frankie Montas antes del inicio de la temporada. ¿Será suficiente la rotación actual o el equipo de Queens tendrá que buscar refuerzos antes de la fecha límite de cambios?
Un pitcheo con más incertidumbre que garantías
La directiva de los Mets, liderada por David Stearns, apostó por fortalecer el cuerpo de lanzadores con las adquisiciones de Clay Holmes y Montas, además del regreso de Manaea. Estos movimientos parecían dar profundidad al equipo junto a nombres como Tylor Megill, David Peterson, Griffin Canning, Paul Blackburn y Kodai Senga.
Sin embargo, la realidad golpeó antes de que iniciara la campaña: las lesiones de Manaea y Montas han dejado un vacío preocupante en la rotación. Ahora, los Mets se ven forzados a depender de Holmes como abridor en el Día Inaugural, una apuesta arriesgada considerando que su experiencia como abridor en MLB es mínima.
Holmes, quien tuvo una destacada pretemporada con una efectividad inferior a 1.00 en 19.1 entradas, enfrenta el reto de ser la carta principal en la rotación. Aun así, su historial como abridor en las Grandes Ligas es limitado, con solo cuatro aperturas en su temporada de novato con los Piratas de Pittsburgh y un elevado 8.40 de efectividad en esas apariciones.
Mientras tanto, Paul Blackburn, quien ha sido abridor a lo largo de su carrera, comenzará en el bullpen, aunque podría ser promovido a la rotación si Holmes no cumple con las expectativas o si surgen más lesiones.
Stearns y la necesidad de repetir la magia de Milwaukee
David Stearns llegó a los Mets en septiembre de 2023 tras ser el arquitecto de un exitoso modelo en Milwaukee, donde los Brewers lograron mantenerse competitivos pese a las limitaciones financieras. Un ejemplo claro fue la salida de Corbin Burnes a los Orioles antes de la temporada 2024, lo que no impidió que Milwaukee ganara su división con una ventaja de 10 juegos, gracias al desarrollo de pitchers como Tobias Myers y Freddy Peralta.
Ahora, con los recursos prácticamente ilimitados del dueño Steve Cohen, los Mets esperan que Stearns implemente esa misma visión para fortalecer su pitcheo. En su primer año en Queens, demostró su capacidad al lograr que Manaea, Luis Severino y José Quintana tuvieran temporadas sólidas a pesar de las bajas expectativas. Sin embargo, el reto en 2025 es aún mayor, ya que el equipo necesita profundidad y estabilidad en su rotación.
Si el pitcheo de los Mets no responde, la presión estará sobre Stearns para buscar refuerzos antes de la fecha límite de cambios en julio. Con una alineación diseñada para ganar ahora, Nueva York no puede permitirse una temporada mediocre desde la lomita.
Una ofensiva de élite que necesita respaldo
El gran atractivo de los Mets en 2025 es su alineación. Con Juan Soto, Francisco Lindor y Pete Alonso como los tres primeros bates, tienen una de las ofensivas más temidas de la liga. A esto se suma el talento emergente de Francisco Álvarez y Luisangel Acuña, además del sólido aporte de jugadores experimentados como Starling Marte y Brandon Nimmo.
Con una ofensiva de este calibre, la presión sobre el cuerpo de lanzadores es aún mayor. Si la rotación y el bullpen no cumplen, los Mets podrían desperdiciar un año de alto nivel en su alineación.
El desafío inicial: Prueba de fuego ante Houston
Los Mets no tendrán un arranque sencillo. Su temporada comienza el 27 de marzo con una serie difícil ante los Astros de Houston. Holmes tendrá la responsabilidad de abrir en un escenario hostil, lo que podría marcar la pauta sobre si está listo para asumir el rol de abridor de forma estable.
Los primeros meses de la temporada serán clave para evaluar si el pitcheo de los Mets puede mantenerse competitivo o si la directiva deberá hacer movimientos agresivos para reforzar el equipo. Lo que está claro es que en Queens no hay espacio para temporadas de transición: los Mets quieren ganar ahora, y su rotación será el factor determinante para lograrlo.