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Los Dodgers de Los Ángeles están compitiendo muy bien, como de costumbre, en esta temporada 2023 de las Grandes Ligas. Sin embargo, no ha sido el arranque de la fase regular lo que ellos esperaban, puesto que creían que con la excelente nómina con que cuenta lograrían arrasar el calendario, algo que hasta el momento no ha ocurrido de esa manera. Ahora, puede que haya una explicación para eso en una medida implementada por MLB desde hace algún tiempo.

Resulta que desde unos años atrás hasta hoy, la Major League Baseball (órgano rector de la pelota en los Estados Unidos) decidió que los toleteros que serían padres o estaban próximos a serlo tuvieran unos días libres si así lo requerían. Además, añadieron en esta política a aquellos atletas que estaban en proceso de adopción.

El problema de los Dodgers

En el presente ciclo, el conjunto californiano ha tenido un inconveniente recurrente debido a la ley antes mencionada. Resulta que varios de sus atletas han estado por ser padres o de plano, ya lo son, motivo por el cual han ejercido el permiso que por derecho les pertenece. Dentro de este listado se encuentran la superestrella Mookie Betts, los lanzadores Evan Phillips y Brusdar Graterol y más recientemente Max Muncy.

En este respecto, todos son importantes para las aspiraciones del club. Por ejemplo, Betts ha estado siendo el hombre más polifacético de la divisa al jugar en los jardines y también en el cuadro, repartiendo su tiempo entre el ya habitual jardín derecho, la segunda base y el campocorto. Por otro lado, Muncy es el actual líder jonronero de la Gran Carpa, por lo que su ausencia también supondrá a partir de ahora un duro golpe para la organización.

La buena noticia es que esta situación se puede prolongar por 3 días como máximo, por lo que se estima que al finalizar la serie que comenzarán mañana en el PNC Park ante los Piratas de Pittsburgh, dicha baja debería estar solucionada.