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Es fácil mirar a Spencer Strider y Michael Harris II de Atlanta , Adley Rutschman de Baltimore o Julio Rodríguez de Seattle y proyectar el estrellato que tienen por delante. Pero, qué pasa con quienes eran recientemente los principales prospectos cuyo potencial continúa sin explotar. Hablamos de algunos de los que no quemaron la liga de la forma en que algunos podrían haber esperado.

Para ser considerados, los candidatos tenían que haber producido no más de dos victorias por encima del reemplazo en al menos 300 apariciones en el plato o 100 entradas lanzadas el año pasado. Algunos produjeron un bWAR o peor el año pasado.

Los criterios eliminan a jugadores jóvenes como Ke’Bryan Hayes (WAR de 4.3) de Pittsburgh ,  Hunter Greene (WAR de 2.3) y Nick Lodolo (WAR de 2.8) de Cincinnati, quienes podrían todavía dar grandes saltos hacia adelante. Jugadores como estos fueron simplemente demasiado productivos la temporada pasada para ser citados aquí.

Bobby Witt Jr. , campocorto de los Reales

Casi se siente injusto incluirlo aquí, considerando que terminó cuarto en la votación de Novato del Año la temporada pasada. Pero califica porque tuvo problemas para llegar a la base y obtuvo malas calificaciones en el campocorto, lo que resultó en un año extraño que valió menos de una victoria a pesar de que se convirtió en el campocorto más joven en registrar 20 jonrones y 30 bases robadas en una temporada.

Una alta tasa de persecución y una baja tasa de bases por bolas contribuyeron a un porcentaje de embase de .293 que fue mejor que el de solo otros 12 ligas mayores calificados. Defensivamente, Witt cometió 16 errores como campocorto y ocupó el puesto 34 en outs por encima del promedio entre los jugadores calificados en su posición. Pero también tenía solo 22 años. Su tasa de bases por bolas fue considerablemente mejor en Doble-A y Triple-A el año anterior, y aun así golpeó la pelota con fuerza en su primera temporada en las Grandes Ligas.

Si Witt puede ser más selectivo en el plato, no es difícil proyectar mucho más adelante dada su rara combinación de velocidad y potencia.

Riley Greene , jardinero de los Tigres

A pesar de lo apreciada que fue la selección general número 5 de 2019, Greene tuvo algunos problemas con los ponches en las menores. Eso se tradujo temprano en su carrera en las Grandes Ligas, pero mejoró poniendo el balón en juego más adelante en la temporada 2022. Greene en realidad necesita batear un poco más. Sus elevadas tasas de ponches se debieron en parte a una alta tasa de strikes cantados y un bajo porcentaje de swing en lanzamientos en la zona.

La tasa de golpes fuertes de Greene estuvo considerablemente por encima del promedio, y se produjo un año ofensivo promedio de la liga. Esa no es una hazaña pequeña para un jugador en su temporada de 21 años. Demostró habilidades por encima del promedio en el jardín central, y si puede mejorar su tasa de ponches, levantar la pelota con más frecuencia y manejar mejor los lanzamientos rompientes, podría destacar prontamente.

Keibert Ruiz , receptor de los Nacionales

Casi la mitad de esta lista podría estar compuesta por jugadores de los Nacionales, lo que habla tanto de la juventud como del potencial no explotado de los muchos antiguos grandes prospectos. Al darle a Ruiz una extensión de ocho años, los Nacionales demostraron cuánto creen en su respaldo de 24 años.

Mucho se puso sobre los hombros de Ruiz como pieza central del regreso de Max Scherzer y Trea Turner . El año pasado fue la primera temporada completa de Ruiz como ligamayorista, y produjo una temporada más respetable que espectacular con WAR de 1.6. Su habilidad para hacer contacto es excepcional. Su tasa de ponches y promedio de bateo esperado en 2022 estuvieron entre los mejores del juego, y aunque sus números contundentes dejaron mucho que desear, mejoraron dramáticamente en la segunda mitad de la temporada.

Jonathan India , segunda base de los Rojos

Ya ha demostrado de lo que era capaz con la excelente temporada de 2021. También lo difícil que puede ser repetir esas actuaciones.

India siguió una campaña de Novato del Año de la Liga Nacional 2021 al ver su OPS caer 130 puntos y su tasa de aciertos fuertes caer casi un 10% la temporada pasada. También perdió una velocidad de carrera considerable y obtuvo malas calificaciones en la segunda base. Se perdió tiempo con una lesión en el tendón de la corva y ha sido golpeado por 37 lanzamientos en sus dos primeras temporadas, una de las cuales lo obligó a ser trasladado en avión desde el juego Field of Dreams el año pasado, por lo que es de preguntarse cuánto papel jugó la salud en la caída del año pasado.

Es difícil encontrar otra explicación, y los retornos de primavera parecían mucho más alentadores. Robó más bases en la Liga del Cactus este año (cuatro) que en toda la temporada pasada (tres).

Trevor Rogers , lanzador de los Marlins

La historia de Rogers era básicamente la de India pero en el montículo.

Después de una temporada All-Star de 23 años en la que registró una efectividad de 2.64 y un WHIP de 1.15 en 2021, vio su efectividad más del doble el año pasado. Rogers lidió con espasmos en la espalda y una distensión en el lateral, lo que podría ayudar a explicar la disminución de la tasa de ponches, la tasa elevada de bases por bolas y por qué una bola rápida de cuatro costuras que devastó a los oponentes el año anterior de repente fue demolida. Si ese lanzamiento vuelve a él, y se mantienen los avances que hizo con su slider el año pasado, una temporada más saludable podría volver a encarrilarlo.

Dylan Carlson , jardinero de los Cardenales

En el jardín de San Luis, puede que no haya un techo más alto que el de Carlson, el ex mejor prospecto de los Cardinals que lució en 2021 con 18 jonrones y un OPS de .780 mientras terminaba tercero en la votación de Novato del Año. El año pasado no fue igual.

Carlson mostró destellos de su potencial a principios de año y aun así brindó una excelente defensa en el jardín central, pero el resultado final fue una temporada ofensiva promedio en la liga y una caída considerable en la tasa de barriles. También lidió con problemas persistentes, una distensión en el tendón de la corva en mayo, un esguince en el pulgar en septiembre, que podrían haber disminuido su producción. El bateador ambidiestro siguió siendo tremendo contra los zurdos (.305/.369/.477) y lo ha sido en su carrera, pero tendrá que mejorar desde el lado izquierdo del plato para cumplir con sus expectativas.

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