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Los Boston Red Sox dieron un golpe importante en la agencia libre al firmar al tercera base Alex Bregman con un contrato de tres años y $120 millones. La llegada del exjugador de los Astros de Houston fortaleció considerablemente el roster de Boston, pero también generó un dilema interno: ¿qué hacer con Rafael Devers, el titular en la tercera base desde 2017?
Durante semanas, la situación parecía tornarse tensa. Devers, una de las figuras ofensivas del equipo y una pieza clave en el proyecto a largo plazo de los Red Sox, no estaba dispuesto a ceder su posición. Sin embargo, recientemente el dominicano cambió de postura y aceptó el movimiento con un enfoque de equipo:
“Hemos hablado y estoy dispuesto a hacer lo que el equipo necesite. Estoy aquí para ayudar. Ya discutimos el tema y saben mi postura, pero estoy listo para jugar”, afirmó Devers en declaraciones recogidas por MLB.com.
Si bien no parece una decisión tomada con entusiasmo, su disposición representa un alivio para el equipo y, sobre todo, para el manager Alex Cora, quien evita así un conflicto en el clubhouse.
Un problema defensivo evidente
El principal motivo detrás del movimiento es el rendimiento defensivo de Devers. A pesar de ser una amenaza ofensiva, sus números a la defensiva han sido deficientes desde su debut en Grandes Ligas. Según Baseball Savant, entre 2017 y 2024, Devers acumuló -28 Outs por Encima del Promedio (OAA), lo que lo convierte en el peor tercera base de ese periodo.
En contraste, Alex Bregman se ubica entre los mejores defensores de la posición con +26 OAA, lo que refuerza la lógica del cambio. Con Bregman en la antesala, los Red Sox ganan estabilidad defensiva y mejoran su alineación sin sacrificar ofensiva, ya que Devers puede asumir un rol como bateador designado o incluso probar en la primera base.
¿Qué papel tendrá Devers en la alineación?
Si bien la opción más natural para Devers es convertirse en el bateador designado, Boston podría experimentar con él en la primera base, posición donde su defensa podría ser menos perjudicial. Con la salida de Justin Turner el año pasado, la vacante en la inicial todavía genera dudas, y el dominicano podría alternarse con Triston Casas en esa posición.
Lo que es innegable es que Devers seguirá siendo una pieza central en la ofensiva de los Red Sox. En 2024, bateó para .282 con 33 jonrones y 102 carreras impulsadas, consolidándose como el motor ofensivo del equipo. Su producción no está en duda, y Boston necesita mantenerlo enfocado en el plato sin que su defensa represente un lastre para el equipo.
Un cambio necesario para la reconstrucción de Boston
Los Red Sox han pasado por años difíciles desde su última Serie Mundial en 2018. Con un rendimiento irregular y cambios en la gerencia, la llegada de Bregman y la restructuración defensiva son señales de que Boston busca regresar a la élite de la Liga Americana.
Evitar un conflicto con Devers es una victoria temprana para Alex Cora en este proceso de reconstrucción. Ahora, el equipo necesita que tanto Bregman como Devers respondan a la altura de sus expectativas para que el movimiento rinda frutos.
Los aficionados de Boston pueden estar tranquilos: la reubicación de Devers no es un castigo, sino una decisión estratégica que puede convertir a los Red Sox en contendientes nuevamente.