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Los Yankees de Nueva York finalmente despertaron y dieron a sus seguidores y al mundo del béisbol en general las noticias que tanto se les exigían en materia de firmas. Primero, lograron traer de vuelta a la gran figura del equipo, Aaron Judge, quien fue cazado con un contrato de 360 millones de dólares a cambio de 9 años de sus servicios y en el día de ayer, cuando todos pensaban que las esperanzas de obtener un buen lanzador estaban perdidas, anunciaron el batacazo de la contratación de Carlos Rodón.
Ciertamente no se trata de Jacob deGrom ni de Justin Verlander, pero si se habla estrictamente de niveles de calidad ofrecidos en la agencia libre 2022-2023, tenemos que reconocer que el ex de los Gigantes de San Francisco era el tercero en el orden por detrás de los 2 laureados pitchers antes mencionados. Una prueba de ello son sus números en la última zafra: efectividad de 2.88, récord de 14-8, 237 ponches y 178 episodios de labor a lo largo de 31 aperturas.
Todo eso demuestra que el hombre que inició su carrera en Las Mayores con el uniforme de los Medias Blancas de Chicago es de lo mejor que se puede ver sobre un montículo a día de hoy y que de manera inequívoca le confiere, al menos en el papel, un poderío mayor a la rotación de abridores de los Mulos del Bronx.
Este sería el orden
Aunque todavía es muy temprano para hablar de la campaña siguiente y el mánager Aaron Boone no ha dado indicios de cómo manejará el cuerpo de pitcheo en el próximo curso, un listado lógico de los iniciadores yankistas sería el mostrado a continuación: Gerrit Cole, Carlos Rodón, Néstor Cortés, Luis Severino y Frankie Montas; con la ayuda intermitente de brazos como los de Clake Schmidt, Domingo Germán y Deivi García.
Sin lugar a dudas, un salto de calidad innegable representa la llegada de Carlos Rodón a un club que pedía a gritos otro lanzador de élite.