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En un despliegue magistral que recordó sus mejores días en el Mundial de 2014, James Rodríguez, a sus 32 años, demostró que sigue siendo una figura clave en el fútbol internacional. En el partido contra Panamá, el colombiano ofreció una actuación deslumbrante, con dos asistencias y un gol desde el punto de penalti, llevando a su equipo a las semifinales del torneo con un juego brillante y efectivo.

Apenas a los ocho minutos de iniciado el encuentro, James ejecutó un tiro de esquina perfecto que permitió a Córdoba marcar con un potente cabezazo, poniendo el 1-0 en el marcador. La defensa panameña no logró reaccionar a tiempo, y poco después, Mosquera cometió un penalti sobre Arias. Tras la revisión del VAR, James asumió la responsabilidad y, con un tiro preciso, estableció el 2-0 en el minuto 13.

Panamá intentó reaccionar y estuvo cerca de acortar distancias con un cabezazo de Miller que golpeó la madera, pero Vargas despejó el balón sobre la línea de gol. La fortuna también jugó a favor de Colombia, respaldada por una multitud de aficionados en Glendale.

Antes del descanso, James volvió a brillar. Desde una falta en su propio campo, lanzó un pase preciso a Luis Díaz, quien definió con elegancia para dejar el marcador 3-0. Este golpe prácticamente sentenció el partido.

En la segunda mitad, con una ventaja cómoda, Colombia redujo el ritmo pero continuó mostrando un fútbol atractivo y peligroso. El equipo, ahora con una racha de 27 partidos invicto, iguala su mejor registro histórico de entre 1993 y 1994.

Richard Ríos, otra figura destacada, anotó el cuarto gol con un potente disparo, demostrando su capacidad tanto defensiva como ofensiva. James, Díaz y Arias dejaron el campo para conservarse para las semifinales. En los últimos instantes del partido, un penalti sobre Arias permitió a Borja cerrar el marcador con un contundente 5-0.