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En una conversación sincera y emotiva junto a su esposa, Carla Pereyra, para el podcast A Solas con Vicky Martín Berrocal, Diego “Cholo” Simeone compartió los momentos más significativos de su vida personal y profesional. Entre anécdotas y reflexiones, el entrenador del Atlético de Madrid reconoció cómo el fútbol, su gran pasión, lo llevó a sacrificar relaciones y momentos valiosos con sus seres queridos. Sin embargo, un comentario inesperado de su hija Francesca marcó un antes y un después en su manera de ver la vida.

La frase que cambió su visión sobre el fútbol y la familia

Durante la entrevista, Simeone recordó el día en que grababa un documental y dijo que el fútbol era su vida. Fue entonces cuando Francesca, su hija de apenas siete años, lo corrigió con una contundencia que lo hizo reflexionar profundamente:

“Ella me dijo: ‘No, papá. Tu familia es tu vida’. Y tenía toda la razón. El fútbol, por más que lo amemos, nunca será más importante que las personas que nos acompañan. Ellos son los que realmente nos ayudan a encontrar equilibrio”.

Estas palabras resonaron con el Cholo, quien admitió que el fútbol puede volver egoísta a quienes lo viven intensamente. “Te enfocas tanto en el deporte que a veces pierdes amistades, relaciones y momentos con tus hijos. Es un camino difícil, pero estoy tratando de mejorar con los años”, confesó.

El apoyo incondicional de Carla y los retos como padre

Simeone también recordó con cariño el día en que anunció a sus tres hijos mayores que sería padre nuevamente con Carla Pereyra. Aunque Giuliano, el más pequeño, inicialmente se mostró reticente, con el tiempo desarrolló una relación muy cercana con Francesca, incluso tatuándose su nombre en el brazo.

Por su parte, Carla destacó su papel en los momentos más oscuros de la carrera del entrenador, especialmente tras perder la final de la UEFA Champions League contra el Real Madrid. “La segunda final perdida fue muy dura. Estaba destrozado y lleno de dudas sobre si podría seguir liderando un grupo. Mi rol fue distraerlo, llevarlo a nuevos lugares y ayudarlo a reinventarse”, relató Carla.

El contraste entre el fútbol de antes y el de ahora

Simeone también reflexionó sobre cómo ha cambiado el fútbol con el tiempo. “Antes pasábamos horas en el vestuario, generando una responsabilidad colectiva enorme. Hoy las redes sociales y la vida misma han distorsionado eso. Pero las relaciones son clave, tanto dentro como fuera del campo”, explicó.

Además, compartió una lección que transmite a sus jugadores:

“Nada de lo que lograste te lo pueden quitar, pero al final, a la gente solo le importa el presente. Si no le das pasión a tu pareja, a tus amigos, a tu día a día, todo se apaga. La vida trata de mantener ese fuego vivo”.

Una carrera marcada por la pasión y la humildad

Carla Pereyra destacó la dedicación de Simeone, quien desde los 17 años ha estado ininterrumpidamente ligado al fútbol, salvo por seis meses. Según ella, Diego nunca se ha dejado llevar por el dinero:

“Vive el fútbol con una pasión desbordante y no se preocupa por cuánto gana. Siempre priorizó crecer como entrenador y como persona”.

El Cholo reafirmó esta filosofía: “Los números nunca me importaron. Siempre pensé en crecer, en ganar y en disfrutar lo que hago”.

Una vida de aprendizajes y sueños compartidos

El relato de Simeone y Carla revela que detrás de un entrenador exigente y exitoso hay un hombre que aprende cada día a equilibrar su amor por el fútbol con las prioridades de la vida. La lección de Francesca fue un recordatorio poderoso de lo que realmente importa: la familia y las personas que nos acompañan en el camino.

Mientras sigue escribiendo su historia en el Atlético de Madrid, el Cholo no solo busca nuevos títulos, sino también consolidar los lazos con aquellos que le dan sentido a su vida. “El fútbol es mi pasión, pero mi familia es mi vida”, concluyó.