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En una jornada que estuvo marcada por la sorpresiva derrota de Bélgica ante Eslovaquia y la inesperada goleada de Rumania frente a Ucrania, Francia se presentó en el Düsseldorf Arena con la misión de comenzar con el pie derecho su incursión por la Eurocopa. Los 45.000 espectadores estuvieron divididos entre galos y austríacos, por lo que el combinado Le Bleu tuvo que apostar en la jerarquía de sus intérpretes para no dejarse amedrentar por los fanáticos vestidos de colorado.

Kylian Mbappe tuvo la primera chance del partido cerca del los ’10 del primer tiempo cuando desarticuló a la última línea del equipo comandado por Ralf Rangnicky y buscó su gol con un rasante remate al primer palo que Patrick Pentzlogró desactivar al córner. Esta ocasión sería un aviso.

A pesar de las constantes intenciones francesas de romper el resultado y marcar, Austria no se intimidó y con sus armas buscó lastimar. Christoph Baumgartnerpudo cambiar el destino de la velada cuando falló un mano a mano ante Mike Maignanque hizo lucir al arquero. Sin embargo, en la primera que Kylian logró desatar todo su talento, vino el primer y único gol del encuentro. Los defensores bávaros quedaron desubicados y Maximilian Wöber envió la pelota hasta el fondo de la red, en su propio arco. Desde ahí, Francia tuvo más chances que no logró concretar y el partido se definió por la mínima.

Se asustaron

Cuando el partido llegaba a su final, Mbappe buscaba el segundo gol de su equipo cuando en un centro que calló al área se encontró con el hombro de un rival y se desplomó en el suelo. Kylian quedó con mucha sangre en el rostro y encendió todas las alarmas, sobre todo las del Real Madrid, cuando fue sustituido al minuto 87 por Oliver Giroud. Para alivio de galos y merengues, en principio, “kiki” no tendría nada grave.