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A solo días de reiniciarse las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026, la selección brasileña ha sido sacudida por una preocupante noticia. Lucas Paquetá, mediocampista del West Ham United y una de las figuras clave en la ‘canarinha’, enfrenta la posibilidad de ser suspendido de por vida tras ser acusado de obstruir una investigación sobre apuestas deportivas en la Premier League.

La situación de Paquetá ha escalado tras las recientes denuncias presentadas por la Asociación de Fútbol de Inglaterra (FA), que apuntan a dos infracciones agravadas por falta de cooperación en el proceso de investigación. Según el diario británico ‘The Sun’, el jugador brasileño habría dificultado el avance del caso al no entregar su antiguo teléfono móvil, un dispositivo clave para esclarecer su presunta implicación en las apuestas.

El conflicto se originó hace un año, cuando Paquetá fue señalado por posibles infracciones relacionadas con apuestas en cuatro partidos de la Premier League. Pese a que el volante ha negado rotundamente estas acusaciones, su posición se debilitó tras deshacerse del móvil original que había sido solicitado por la FA. Según la investigación, tras devolverle el dispositivo, el jugador lo habría descartado, un acto que despertó aún más sospechas y llevó a los nuevos cargos en su contra.

A pesar de la gravedad de las acusaciones, Paquetá sigue disponible para disputar la novena jornada de las Eliminatorias Sudamericanas, donde Brasil enfrentará a Perú. Sin embargo, el desenlace del caso podría alterar su carrera de manera definitiva, ya que la audiencia por estos cargos está prevista para marzo de 2025. La FA está decidida a buscar una sanción ejemplar, que podría concluir en la suspensión de por vida del jugador.

Mientras tanto, el seleccionador brasileño, Fernando Diniz, ha optado por mantener a Paquetá en su nómina, confiando en su aporte futbolístico a pesar de la sombra de las acusaciones. Con un encuentro crucial ante Perú, las dudas sobre el futuro del mediocampista añaden tensión a una selección brasileña que, aunque históricamente dominante, ahora debe lidiar con la incertidumbre fuera de las canchas.

La situación de Paquetá refleja un panorama complejo en el fútbol de élite, donde las investigaciones sobre apuestas deportivas y conductas indebidas han cobrado fuerza en los últimos años. Para Brasil, la posibilidad de perder a uno de sus jugadores clave justo en plena carrera hacia el Mundial de 2026 genera preocupación, no solo en términos deportivos, sino también en cuanto a la imagen y reputación de su equipo nacional.

La atención ahora está centrada en el desarrollo del caso, y aunque Paquetá podrá seguir jugando mientras se resuelve, su futuro está más incierto que nunca.