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Dos años antes, en Viena, Fernando Torres definía como los grandes ante Jens Lehmann para darle un título que durante décadas habían esperado millones de aficionados españoles.

España vencía a Alemania 1-0 en la final de la Eurocopa de Fútbol en 2008, para llevarse su segunda corona continental y atrás quedaba el cúmulo de fracasos que habían legitimado la frase de moda utilizada para caracterizar a la escuadra ibérica, esa de jugar como nunca y perder como siempre.

La génesis

El desastre de aquel Mundial en casa, allá por 1982, luego en el 86, en el 94, el fiasco en el 98 y la gran injusticia en 2002; con todo esto acaba Fernando Torres aquella noche en la capital de Austria.

Con aquella épica, “la Roja” trazaba un camino de éxitos que acabaría en el Mundial de 2014 con la debacle del 5-1 ante Holanda, pero antes, en 2010, dos años después de ganar la Eurocopa, España debió definir otra vez ante Alemania su pase a la final del certamen del orbe que se disputaba en Sudáfrica.

La hora del legendario Puyol…

Si el gol de Torres fue legendario, el cabezazo de Carles Puyol se pudo haber enmarcado en ribetes dorados en el mismísimo Museo del Prado.

Un golazo, en toda la extensión de la palabra y la tropa de Vicente del Bosque pasaba a discutir ante Holanda la posibilidad de coserse una primera estrella en su chamarreta.

Y todos lo saben, todavía está bien fresco aquel recuerdo del gol de Iniesta en tiempo extra, para acabar la ilusión de los holandeses de poner fin a su maldición en la tanda de penales y luego Casillas alzando la Copa en Johannesburgo para poner a vibrar toda la península desde las Ramblas de Barcelona hasta la Estación del Mediodía en Madrid.

Doce años después

Doce años después, por esos avatares que cuece el destino, una vez más españoles y alemanes volverán a medirse en un Mundial, en el torneo que arrancó este domingo en Qatar,  pero en esta ocasión el duelo está pactado para la fase de grupos y como en las ocasiones anteriores, todos coinciden que el resultado de la selección que dirige Luis Enrique vuelve a pasar por un enfrentamiento ante Alemania.

Será en la segunda jornada, como parte de las acciones del grupo E y ambos conjuntos llegarán después de enfrentarse a Japón y Costa Rica.

El desafío reviste importancia vital más allá de la posible clasificación, pues ser primer o segundo implicaría enfrentar a Bélgica o Croacia en octavos de final y ahí el camino se puede torcer.

Un duelo de poder a poder

El cotejo se predice muy parejo de antemano, pues se trata de estilos muy parecidos, mucho talento en defensa y medio campo, explosividad de los carrileros y a su vez, los dos elencos, marcados por la carencia de un “9” puro.

La tropa de Hans Flick, “la Mannschaft ” amedrenta a cualquiera y desde se muestra como la peor pesadilla para Luis Enrique, compacta en defensa con dos de los mejores arqueros de los últimos años, Manuel Neuer y Ter Stegen, además de las torres, Niklas Sule y Antonio Rudiger.

Al mismo tiempo la magia y el empuje de hombres como Joshua Kimmich, Kai Havertz, Leroy Sané y Serge Gnabry pueden marcar la diferencia ante Pedri, Asensio, Llorente, Jordi Alba y compañía.

Todos coinciden en que será el gran atractivo de esta primera fase y desde ya nos comemos las uñas mientras esperamos ese día, ¿qué pasará? ¿se impondrá Luis Enrique a su peor pesadilla?, el terreno dirá.

Por ahora ya rueda el balón en Qatar y con la victoria de Ecuador ante el combinado local, se corren las cortinas de uno de los eventos deportivos con mayor connotación en el mundo.