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El mundo del fútbol europeo ha visto grandes figuras que recorren diversos clubes, dejando huellas imborrables en cada paso. Dos de esos nombres son Kevin Gameiro y Lucas Hernández, quienes han tenido la particularidad de defender tanto la camiseta del París Saint-Germain (PSG) como la del Atlético de Madrid. Estos dos jugadores, franceses de nacimiento, representan una conexión especial entre dos de los clubes más importantes de Europa, con historias diferentes pero trayectorias que convergen en el fútbol de élite.
Kevin Gameiro, un delantero veloz y con gran instinto goleador, se unió al PSG en 2011. Durante sus dos temporadas en París, Gameiro acumuló 59 partidos y anotó 19 goles, desempeñando un papel crucial en el crecimiento del club justo antes de la era de grandes fichajes impulsada por los nuevos dueños cataríes. Sin embargo, en busca de más protagonismo, en 2013 decidió trasladarse a la liga española, donde recaló primero en el Sevilla y luego en el Atlético de Madrid. En el club colchonero, Gameiro mostró su calidad durante dos temporadas (2016-2018), en las que dejó 27 goles en 82 partidos y fue parte fundamental en la conquista de la Europa League en 2018. Su paso por el Atlético de Madrid consolidó su reputación como un delantero efectivo en competiciones europeas.
Por otro lado, Lucas Hernández representa una historia diferente. Formado en la cantera del Atlético de Madrid, el defensor creció bajo la influencia del estilo aguerrido y competitivo de los rojiblancos. Debutó en el primer equipo en 2014 y rápidamente se ganó un lugar en la defensa, destacándose por su polivalencia y entrega. Su rendimiento en el Atlético fue sobresaliente y le permitió alcanzar la cúspide del fútbol mundial al ser campeón de la Copa del Mundo con la selección francesa en 2018. En 2019, Lucas fue transferido al Bayern Múnich por una cifra récord. No obstante, este año, en 2023, el PSG fichó a Hernández, en un intento de reforzar su zaga defensiva con un talento de calibre mundial y oriundo de la capital francesa.
Gameiro y Hernández representan dos generaciones y estilos distintos, pero ambos encarnan el espíritu de lucha y calidad que caracteriza tanto al PSG como al Atlético de Madrid.
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