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Arabia Saudita continúa consolidando su posición como potencia global en el ámbito deportivo y organizativo, y el Mundial 2034 no será la excepción. Aunque aún quedan por disputarse las ediciones de 2026, con sede compartida entre Estados Unidos, México y Canadá, y la de 2030, que llevará el fútbol desde Sudamérica hasta Europa, la nación asiática ya trabaja en su ambicioso plan para ser la anfitriona del torneo en 2034.
Entre los pilares de su propuesta destaca el imponente Estadio King Salman, una obra maestra arquitectónica que no solo promete ser el escenario principal de la final del torneo, sino también un modelo de integración entre modernidad y sostenibilidad.
Un estadio para 92 mil espectadores inspirado en la naturaleza
Diseñado por la renombrada firma Populous, el Estadio King Salman contará con una capacidad para albergar a 92 mil espectadores, convirtiéndose en uno de los recintos deportivos más grandes y avanzados del mundo. Su construcción estará finalizada para el año 2029, y su diseño está inspirado en los paisajes naturales de Arabia Saudita, representando una semilla que germina y agrieta la tierra, un símbolo de crecimiento y evolución.
Este concepto arquitectónico busca reflejar el compromiso del país con el desarrollo sostenible y el fomento del deporte como herramienta de integración social y progreso. Según explicó Shireen Hamdan, directora de Populous, el proyecto “combinará armoniosamente el mundo del deporte con la belleza de la naturaleza”.
El estadio no será solo un lugar para eventos futbolísticos, sino el corazón de un plan maestro que incluirá una amplia gama de instalaciones complementarias.
Un complejo deportivo y comercial multifacético
La visión saudí va más allá de un recinto deportivo. En torno al Estadio King Salman se desarrollará un extenso complejo que incluirá:
- Centros comerciales: Espacios diseñados para brindar experiencias de entretenimiento y compras de primer nivel.
- Canchas de entrenamiento: Equipadas con tecnología de última generación para garantizar el máximo rendimiento de los atletas.
- Un centro acuático con piscina olímpica: Ideal para competencias internacionales y entrenamientos de élite.
- Pistas de atletismo y microestadios: Fomentando la práctica de diferentes disciplinas deportivas.
- Parques y áreas verdes: Diseñados para conectar a los visitantes con la naturaleza, incluso en días sin eventos deportivos.
Además, el complejo contará con pasarelas vibrantes y ajardinadas que facilitarán el acceso al estadio en días de partido, mientras que el resto del tiempo funcionarán como espacios de esparcimiento y comercio.
El respaldo de una visión ambiciosa
El proyecto está respaldado por la Comisión Real de la Ciudad de Riad y el Ministerio de Deportes de Arabia Saudita, lo que refleja el compromiso del gobierno saudí con el crecimiento del deporte y su infraestructura en todo el país. Este tipo de iniciativas se enmarcan dentro del plan Visión 2030, que busca diversificar la economía del país y posicionarlo como un destino líder en turismo y eventos globales.
Arabia Saudita ha demostrado en los últimos años su capacidad para albergar competencias de alto perfil, como la Fórmula 1, torneos de golf y boxeo, y el Mundial 2034 será el punto culminante de esa estrategia.
Una final que marcará historia
Con estas impresionantes instalaciones, el Estadio King Salman se posiciona como el principal candidato para albergar la final de la Copa del Mundo 2034, un evento que promete ser uno de los más memorables en la historia del fútbol.
Si bien todavía quedan varios años y desafíos por delante, el nivel de detalle y ambición de los planes saudíes anticipa un Mundial que dejará huella, no solo por su impacto deportivo, sino también por su legado arquitectónico y ambiental.
Arabia Saudita no solo busca organizar un torneo, sino redefinir los estándares de cómo el fútbol puede ser un motor de transformación cultural, económica y social a nivel global.
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