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Este jueves, el Estadio Presidente Perón será el escenario del decisivo encuentro entre Racing Club y Corinthians, que determinará el último finalista de la Copa Sudamericana 2024. Tras un emocionante empate 2-2 en San Pablo, la serie se trasladará a Avellaneda, donde el equipo local buscará aprovechar su ligera ventaja. Sin embargo, todos los ojos estarán puestos no solo en los jugadores, sino también en el árbitro que se encargará de impartir justicia: el chileno Felipe González.

Con 44 años y oriundo de Cerrillos, González ha ganado notoriedad en el ámbito del arbitraje sudamericano. Esta será la primera vez que dirija un partido de la Academia, mientras que será su tercer encuentro al frente de Corinthians en esta competición. Su trayectoria en la Copa Sudamericana ha sido notable, reflejando su evolución desde los campos de fútbol como jugador a las canchas como árbitro.

González tuvo una carrera como futbolista profesional, destacándose en equipos como San Luis y Santiago Morning, donde llegó a compartir vestuario con el reconocido delantero Esteban Paredes. Sin embargo, una grave lesión en 2007 lo llevó a colgar las botas a los 27 años. A pesar de su retiro, nunca se alejó del fútbol, ya que comenzó a arbitrar desde joven, influenciado por su padre, Patricio González Muñoz, quien también fue árbitro.

“Siempre tuve la necesidad de generar recursos y arbitrar me permitió hacerlo, mientras seguía estudiando”, comenta Felipe, quien ha equilibrado su pasión por el deporte con estudios en preparación física y gestión financiera. En 2010, tomó la decisión de formalizar su carrera arbitral al ingresar al Instituto Nacional del Fútbol (INAF), con la meta de seguir los pasos de su padre en la élite del arbitraje.

En esta semifinal, González estará acompañado por José Retamal y Juan Serrano como asistentes, Manuel Vergara como cuarto árbitro y Rodrigo Carvajal en el VAR, todos chilenos. La responsabilidad de un partido de esta magnitud no es fácil, pero González está preparado para el desafío. “Mi sueño es llegar a un Mundial”, confiesa, demostrando su ambición y determinación en el mundo del arbitraje.

Con el enfrentamiento de hoy, no solo se definirá quién será el último finalista de la Copa Sudamericana, sino que también se verá el crecimiento y la evolución de un árbitro que, tras dejar el fútbol como jugador, se ha labrado un camino en un terreno complicado y competitivo. Los ojos de los aficionados estarán atentos, esperando que Felipe González haga justicia en este apasionante duelo entre Racing y Corinthians.