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Los Leones del Escogido hicieron lo que tienen que hacer, ganar. Quizá sea muy tarde la reacción, tal vez no les alcance los recursos, pero ellos tienen que ganar. Y así lo hicieron. Saben que dependen de otros, pero tienen que salir airosos en cada juego que kes queda para seguir con la esperanza de clasificar. Para eso se apoyaron en una ofensiva que despachó 10 hits y un cuerpo monticular que supo acallar las intentonas contrarias.
Brent Honeywell Jr. (2-0) pudo darle 5.0 sólidos episodios a la tropa de Dave Jauss y guio desde el montículo la victoria 5-1 de los melenudos sobre los Tigres del Licey, en un juego celebrado en el estadio Quiqueya Juan Marichal que duró 3 horas y 17 minutos. La derrota fue para Steve Moyers (4-2), quien no recibió apoyo de sus compañeros a la defensiva y por eso hay que apuntarle el descalabro.
De hecho, el zurdo de los azules, pudo soltar 4.0 entradas, en las que permitió cinco hits, le anotaron dos carreras, una de ellas inmerecida, no dio boleto y ponchó a cuatro de los 18 bateadores que enfrentó en el compromiso. Deja su efectividad de la temporada en 0.96.
El homenaje que le rindieron a Wilkin Castillo previo al encuentro para que los emocionó. Otra vez la presencia del “eterno capitán” los motivó.
La ofensiva de los ganadores estuvo comandada por Jonathan Guzmán, quien se fue de 4-2 con dos impulsadas, una de ellas en el segundo inning, cuando abrió la pizarra con sólido doblete que llevó hasta la casa Peter O’Brien. “Sólo me paro en el home tratando de hacer contacto para poner la bola en juego”, dijo el criollo, una vez finalizado el compromiso.
Pedro Severino también duplicó en tres turnos y Otto López tiró un par de hits en cinco viajes al plato. El último inning del juego lo tiró Gerson Bautista, quien sacó el inning por la vía rápida, pero no salvó el juego, puesto que entró con más de tres de vantaja a sacar los tres últimos outs del juego.
La única anotación del Licey fue producto de las piernas de Sergio Alcántara y dos errores a la defensiva de los dueeños de casa. De resto no se les permitieron más libertades a los dirgidos por José Offerman.
En la parte baja del sexto capítulo, frente a Lisalverto Bonilla, con corredores en segunda y primera y un out, Guzmán templó centellazo hacia el jardín izquierdo que llevó hasta al plato a Elier Hernández y a Estevan Florial, este último pudo pisar el plato ayudado por un error en tiro del receptor Jair Camargo.
Los escogidistas volvieron a fabricar una más en el séptimo cuando llenaron las bases contra Héctor Pérez, y un elevado de sacrificio de Hernández al bosque izquierdo remolcó a Severino para colocar el juego 5-1.
Sigue la esperanza en la cueva de la derecha. El Escogido está vivo. Han ganado dos juegos en forma consecutiva, la ofensiva ha comenzado a batear. Este lunes reciben a los Gigantes del Cibao en el Quisqueya.