Your browser doesn’t support HTML5 audio
El Gran Premio de Las Vegas quedó marcado por un impactante accidente protagonizado por el argentino Franco Colapinto, piloto del equipo Williams. Durante la segunda sesión de clasificación (Q2), el monoplaza de Colapinto sufrió un brutal impacto que registró una fuerza superior a 50G, encendiendo las alarmas sobre su estado de salud y su futuro inmediato en la competición.
Un accidente que puso en pausa la clasificación
El incidente ocurrió en una de las últimas curvas del circuito callejero, cuando Colapinto, de 21 años, intentaba mejorar su posición tras haber avanzado con éxito desde la Q1. Su monoplaza tocó las barreras de seguridad en un primer contacto que desestabilizó la trayectoria. Posteriormente, un segundo impacto contra las barreras dejó el vehículo completamente inutilizable y provocó la bandera roja en la sesión.
Aunque el piloto logró salir del monoplaza por sus propios medios, fue trasladado al centro médico del circuito para una evaluación inicial, tal como lo exigen los protocolos de seguridad de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA). Según declaraciones del jefe de equipo, James Vowles, Colapinto fue dado de alta y se encuentra descansando en su hotel, pero será sometido a más exámenes antes de decidir su participación en la carrera.
“Un impacto de más de 50G es significativo en cualquier escenario. Franco está bien por ahora, pero nuestra prioridad es su salud. Mañana se tomarán las decisiones necesarias”, expresó Vowles.
— Alejandro Sanchez (@SopaDecuis) November 23, 2024
La magnitud de 50G: ¿Qué significa?
El término “fuerza G” se utiliza para describir la aceleración en relación con la gravedad terrestre. Un impacto de 50G implica que el cuerpo del piloto soportó una fuerza 50 veces mayor a su peso durante el accidente.
En la Fórmula 1, los monoplazas están diseñados para proteger a los pilotos en este tipo de incidentes, con estructuras reforzadas y el uso obligatorio del dispositivo HANS (Head and Neck Support). Sin embargo, las fuerzas extremas de este nivel representan un riesgo significativo.
El impacto en Las Vegas no solo pone en evidencia la robustez del diseño del coche, sino también el estado físico excepcional de los pilotos, quienes se preparan para resistir aceleraciones de entre 4G y 7G durante una vuelta normal y hasta 5G al frenar bruscamente.
El desafío para Williams: reconstruir el coche y cuidar al piloto
El accidente dejó el monoplaza FW46 de Colapinto completamente destrozado, obligando al equipo Williams a trabajar contrarreloj para reemplazar el chasis y otros componentes críticos antes de la carrera principal. Sin embargo, el enfoque sigue siendo garantizar que el piloto esté en condiciones óptimas de salud.
“Podemos reconstruir el coche, pero la prioridad es que Franco se recupere por completo. Su bienestar es lo más importante”, añadió Vowles.
— Alejandro Sanchez (@SopaDecuis) November 23, 2024
Una actuación prometedora truncada por el accidente
Hasta el momento del incidente, Colapinto había mostrado un rendimiento destacado, superando en la Q1 a figuras como Fernando Alonso y Sergio Pérez. El piloto argentino había consolidado su lugar en la Q2 con tiempos competitivos, pero el accidente marcó un abrupto final a lo que prometía ser una clasificación memorable.
La seguridad en la Fórmula 1, una prioridad constante
El caso de Colapinto es un recordatorio de los riesgos inherentes al automovilismo. Aunque los avances tecnológicos han elevado los estándares de seguridad, los accidentes extremos como el de Las Vegas subrayan la importancia de seguir mejorando las medidas preventivas y los protocolos de respuesta.
La participación de Franco Colapinto en la carrera aún está en duda. Por ahora, la atención está puesta en su recuperación y en las decisiones médicas que determinarán si podrá volver al volante en este desafiante circuito urbano.