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Lo había dado todo, desde los 12 años fue así, lo sigue siendo, pero ese día se exigió mucho más, tenía que hacerlo, estaba en una final olímpica, no era cualquier cosa y por ello, corrió como si fuera lo último que iba a hacer en este mundo y estuvo perfecta.

La cadencia entre la zancada y el braceo de Anabel Medina, nos daban la idea de que se había preparado para ese momento. La simetría, la coordinación, el control de la respiración, todo exacto y al completar su vuelta al óvalo, tras entregarle la posta a Alexander Ogando, sabía que había hecho el trabajo.

La hazaña

Ogando, como poseído, remató de un modo brutal y se concretó la hazaña; el relevo mixto 4×400 de República Dominicana ganaba la plata en los Juegos Olímpicos de Tokio, con un tiempo de 3:10:21 y en esta épica sin precedentes en la historia del deporte dominicano, Anabel Medina inscribió su nombre como una de las protagonistas.

Y tiene solo 26 años, nació un 15 de diciembre de 1996, pero a pesar de su corta edad, la oriunda de Santo Domingo ha cimentado su legado en las pistas, descollando siempre por su alto nivel competitivo.

Primeros pasos

Comenzó a los 12 años en la práctica del atletismo, pero fue hasta los 17 que se metió de lleno en su disciplina, dando sus primeros pasos en los 100 metros, hasta llegar a la Selección Nacional.

Sin embargo, Medina debió esperar hasta los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, Colombia, allá por 2016, lid en la que obtuvo medalla de bronce en el relevo 4x 400.

La proyección

No pudo asistir a los Juegos Panamericanos de 2019, luego de no quedar entre las 24 clasificadas que accedían a la cita, pero si el suceso pudo representar un rotundo fracaso en las aspiraciones de Anabel, esta no se rindió y así llegaron los mejores resultados, en particular esa medalla de plata en Tokio.

Medina no se detuvo y en 2022 se colgó el oro en el XIX Campeonato Iberoamericano efectuado en España, quizás como el preámbulo perfecto de lo que veríamos hace solo unos días en la pista de San Salvador, durante los Juegos XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe.

En territorio salvadoreño, Anabel cerró una memorable actuación al agenciarse una presea dorada en el relevo mixto 4×400, la plata en el relevo 4×400 femenino y el bronce en el 4×100 femenino.

Con los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile a la vuelta de la esquina, todo puede ser posible, pues su hora parece haber llegado y así de modo callado, cuando Marileidy Paulino acapara todos los reflectores, ella, Anabel Medina, está escribiendo su propia historia con letras mayúsculas y la misma no ha terminado.