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¿Será?… se escribe y al instante la duda queda, por ende, en perspectiva tanto usted como yo y muchos otros, pudiera pensar que no, que no hay límites para Marileidy Paulino y estaría bien, sería correcto.
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Es una simple mortal- dirían, pero en cada gesto, desde la brazada inicial hasta la última zancada ya entrando a la meta, esta dominicana universal parece estar tocada por la gracia divina.
Hace unas horas allá en Eugene, Oregón, el tiempo jugó a su favor y en uno de esos giros rocambolescos que nos devela la historia a cada rato, Paulino se volvió a encontrar en el mismo lugar donde en el verano de 2022, había estampado la hazaña de ser la primera quisqueyana junto a Fiordaliza Coffil, en agenciarse un metal dorado en Mundiales de Atletismo.
Marileidy Paulino en las Finales de la Wanda Diamond League 2023
Paulino volvió allí, lo hizo como campeona del orbe y bajo el cielo azul que se ceñía sobre ese pedazo de suelo norteño, la criolla casi sin despeinarse, refrendó su hegemonía absoluta en los 400 metros planos para damas.
La oriunda de Don Gregorio, se llenó de gloria, no creyó en fantasmas ni en la sonrisa sutil de la polaca Natalia Kaczmarek, menos aún en los egos insuflados de la neerlandesa Lieke Klaver y por espacio de casi un minuto fue dueña absoluta de la pista.
Con un crono de 49,58, Paulino retuvo la corona de la Wanda Diamond League y como si de un fino lienzo se tratara, decoró de modo perfecto el cuadro de su salto definitivo hacia la cúspide.
Marileidy Paulino se agiganta en Eugene y ya piensa en París
La “Tormenta de Don Gregorio” solo perdió en la parada de la Diamond League celebrada en Silesia, pero si ya a finales de agosto allá en Budapest tenía esa sonada revancha ante Kaczmarek con el segundo mejor registro del año (48,76) y el oro mundial, este domingo en Eugene se agigantó.
Con los Panamericanos de Santiago 2023 a la vuelta de la esquina, la vigente titular y recordista de los Juegos Centroamericanos puede enaltecer su legado con el cetro continental en los 200 metros, pero la meta es París, cuando en el verano de 2024, allá, a orillas del río Sena, durante los venideros Juegos Olímpicos, salga a buscar la corona.
Ciertamente el objetivo, será ganar y la antillana lo tiene todo para ello, la juventud, la clase y la notable dosis de humildad para reinar por un buen rato.
¡Soy Marileidy Paulino y vengo a ganar!
Marileidy Paulino es humana y puede perder, sí, pero en ocasiones, como ayer o como sucedió en mayo y también en junio, parece que no, que es algo imposible y que solo el cielo se puede interponer en su camino.
Por ahora, la trama nos ha develado esto… que cinco años después de aquella irrupción en los Juegos Centroamericanos de Barranquilla, la caribeña se comió sus demonios y le gritó al mundo… ¡soy Marileidy Paulino y vengo a ganar!
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