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Fue un domingo atípico, al menos en materia de baloncesto fue así, pues con menos de diez partidos para cerrar la etapa regular en la NBA, la adrenalina se desbordó en buena parte de las duelas de la liga, con varios encuentros marcados por la alta tensión hasta el final.
Una muestra fiel de estos que hablamos fue lo visto allá en Detroit, en el tabloncillo del Little Caesars Arena…
La acción
Sí, en la casa de los Pistons, tal parecía que se concretaba un fin de semana negro para el Heat de Miami, pues luego de perder en la jornada sabatina frente a los Chicago Bulls, los de Florida llegaron al último cuarto cediendo por siete cartones ante el elenco de Michigan.
Eran dos historias diferentes estas que se encontraron en la cancha, pues por un lado, el combinado sureño arribaba a su duelo de turno con forja de 38-34 y altas probabilidades de colarse entre los seis clasificados directos a postemporada. Por su parte, con apenas 16 éxitos en toda la campaña, a los Pistons solo le quedaba seguir intentando maquillar la debacle y quizás buscar de un modo u otro, hacer algún tipo de daño a escuadras contendientes.
Momentos decisivos
De la mano de James Wiseman (22 puntos y 13 rebotes) y Killian Hayes (13 puntos y 11 asistencias), Detroit precia destinado a hacer de aguafiestas ante la mirada atenta del mismo Erick Spoelstra, pero no…
Luego de caer 34-22 en el tercer tramo, Miami desató toda su furia en el cuarto conclusivo, amparándose en una sólida defensa y el plus incisivo en ataque de Jimmy Butler y Bam Adebayo, además del aporte del experimentado Kevin Love, quien acabaría saliendo del juego tras colisionar bruscamente con Jalen Duren.
En este punto cabe resaltar que el momento de quiebre del juego estuvo en el instante que Buttler entró al juego con menos de 7 minutos por jugar.
La figura
El estelar del Heat guardó lo mejor para este período de tiempo, pues de sus 26 cartones, facturó 10 con dos asistencias en ese final, siendo el catalizador que ayudó a revertir el marcador.
Acabó 112-100 y con la victoria Miami alcanzó los 39 éxitos para asentarse en la séptima plaza de la Conferencia Este y regresar a sus predios en una posición ventajosa de cara a sus enfrentamientos contra Knicks de Nueva York y Nets de Brooklyn.
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