Your browser doesn’t support HTML5 audio
Se acaba el año, otro año largo, largo y difícil, de muchos tropiezos, de caídas abismales y consecuentes ascensos; un año como suelen ser los años en pleno siglo XXI, años fugaces, sin tiempo siquiera para darse cuenta de que pasó, así delante de nuestros ojos y en estos días finales de diciembre, el deporte y en particular el mejor baloncesto del mundo no está ajeno a estas intermitencias del tiempo.
El año se acaba con la temporada de NBA, la nueva, cerrando ya su segundo mes de competencia y en retrospectiva, cuesta creer que apenas seis meses atrás, Celtics de Boston y Warriors de Golden State, discutían el título en la última final, pero fue y es así, los días corrieron y estamos en diciembre otra vez y con la presente campaña han emergido otras historias, historias nuevas, otras historias, de superación, de fracaso, historias de antaño que parecían engavetadas, historias con segundas y terceras partes, como la de los Bucks de Milwaukee.
Las dos caras
Y sí, parece que fue ayer, pero ya va para dos años que el elenco de Wisconsin ganó el anillo en aquella épica final ante los Suns de Phoenix, remontando una desventaja de 0-2 y las imágenes de Giannis Antetokounmpo y Mike Budenholzer pletóricos de felicidad al levantar el trofeo, esas imágenes contrastan con aquellas de mediados de este año, justo cuando los Bucks cayeron en un séptimo partido legendario ante los Celtics.
Dos momentos, la victoria y la derrota, dos momentos que recogen la esencia misma del juego, dos momentos que, en este diciembre, cuando nos aprestamos a darle la bienvenida al 2023 le dan forma al presente que viven los Bucks, otra vez, de regreso, metidos de lleno en la pelea, siendo tan candidatos como aquella primera vez, cuando aquel anillo que comentábamos.
La desmemoria es así, se habían olvidado de ellos, la mayoría pensaba en Miami, en Brooklyn, en Sixers y Celtics, pero de los Bucks solo pinceladas y Budenholzer y Giannis también, los dos, no pudieron encontrar mejor manera de motivarse que arrancar la temporada así, de este modo, siendo líderes en la Conferencia Este y quizás el mejor equipo de toda la liga al momento de escribir este texto.
De regreso
Como lo lee, con forja de 21-8, Milwaukee campean por su respeto ante Celtics, Cavaliers y Nets, luciendo como una maquinaria tan bien acoplada, perfecta, como reloj suizo, tal como hemos comentado antes; perfecta al punto que no dependen de su estrella para jugar bien y ganar, dar espectáculo.
Anoche ante los Jazz de Utah, tal como refiere ESPN, el grupo de Budenholzer, sin Giannis ni Khris Middleton, solventaron con facilidad su compromiso para imponerse con pizarra de 123-97.
El equipo, otra vez el equipo se robó el show, con un liderazgo repartido entre hombres como Bobby Portis Jr, Jrue Holiday y Brook López.
Los tres jugadores se combinaron para sumar 22, 21 y 18 cartones respectivamente, catapultando así la ofensiva de un elenco que se mostró sobrado en todos los sectores de la cancha.
Los Bucks ganaron y en la victoria estuvo implícito una especie de mensaje de navidad para los amantes del buen baloncesto, algo así como, ¡recuerden todos, estamos de regreso!
Noticias relacionadas