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Seguimos en modo “Finales de la NBA“, y siempre es grato recordar los mejores momentos que se hayan vivido en esta crucial y decisiva etapa de campeonato; y hubo una que tal día como hoy 5 de junio ocurriera y que ha quedado inmortalizada dentro de esta competición.

Se trata de las finales de 1991, justo la primera de las seis que protagonizaran los Chicago Bulls, en esa ocasión ante Los Ángeles Lakers de “Magic” Johnson y Vlade Divac, con la expectativa de presenciar lo que posteriormente resultara en el primer título de esta franquicia, con un tal Michael Jordan como MVP absoluto.

Pero se jugaba el segundo partido de aquella final en el antiguo escenario de los Bulls, el mítico “Chicago Stadium”, en donde los Lakers buscaban igualar esta serie, cuando en un intento fallido por parte de los visitantes, el balón cayó en las manos de Scottie Pippen y se disponía a comenzar el ataque que terminara en la histórica jugada.

En dicha transición, Pippen le entrega el balón a Jordan, quien ya en cancha rival habilita cerca del poste bajo a Cliff Levingston, quien al verse incómodo ante la defensa rival, observa a “Su Majestad” algo despejado y libre de marca sobre la línea de tiro libre y hacia él va de vuelta la esférica.

Entonces, cuando nadie se lo esperaba, realiza su internada hacia la pintura, driblando con su derecha, y al momento de elevarse al canasto, de la nada se cambia la pelota hacia su mano izquierda, quedándose suspendido en el aire; si, así como se lee, para luego encestarla contra el tablero.

Las reacciones posteriores no tardaron en llegar, entre ellas las del propio coach Phil Jackson, con un rostro entre asombro y risas, así como la del resto de sus compañeros y del público espectador presente.

Esta majestuosa jugada que hoy cumple ya 32 años, fue bautizada luego como “The Move”; catalogándose como una de las más icónicas y espectaculares de Jordan en toda su carrera, más aún por haberla ejecutado en una instancias como las finales de la NBA.

Obviamente, han habido otras jugadas que MJ ha dejado en la memoria de los que siguen este deporte, como aquella última canasta en la final de 1998 ante el Utah Jazz, burlando la marca de Byron Russell. Pero por ahora, nos quedamos con una que encabeza las mejores de aquella muy recordada primera final y posterior primer anillo de los de Illinois.