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No se puede calificar de otra manera el cierre de la temporada para la franquicia de los Brooklyn Nets, que si bien tenían en frente a un fuerte contendor como los Philadelphia Sixers, no pudieron ni siquiera celebrar en una ocasión y la serie apenas tuvo una duración de 4 partidos.
Pero quizás la eliminación de estos Nets no se puede reducir nada más en esta primera ronda de los Playoffs, sino que se analiza desde incluso antes de comenzar la temporada, por allá en el verano de los meses de junio y julio, en donde sucedieron muchas cosas.
No podemos olvidar que se trata de un equipo que hasta hace poco fue armado con muy buenas piezas con la firme intención de armar una plantilla capaz de disputar seriamente un campeonato; nombres como James Harden, Blake Griffin, aunados a los que ya estaban como Kevin Durant, Kyrie Irving y Ben Simmons hacía pensar hasta en una dinastía.
Sin embargo, nada de esto ocurrió; los conflictos internos comenzaron a aflorar, incluso con buena parte de estas figuras no solo con problemas físicos sino a nivel psicológico, como lo fue en el caso de Simmons. Ni hablar de la novela de la posible salida de Durant e Irving en el pasado “Offseason”.
En este último apartado, se dejaron ventilar las diferencias notorias entre Durant y miembros del cuerpo técnico que en ese entonces lideraba Steve Nash, así como con el propietario Joe Tsai, quien hasta llegó a impedir que Irving pudiese negociar su posible traspaso a los Lakers y juntarse de nuevo con LeBron James.
Lo peor llegaría en febrero pasado, cuando finalmente se concreta la salida de este par de figuras; Durant para los Phoenix Suns e Irving para los Dallas Mavericks; y más allá de que pudieron recibir buenos jugadores a cambio y rendidores en el caso de Mikal Bridges, Spencer Dinwiddie y Dorian Finney-Smith, se notaba que ya no era el mismo equipo.
Entonces, hablamos de que este equipo, desde que se trasladó de New Jersey a Brooklyn, ha jugado 11 temporadas en esta localidad y en 8 de ellas ha jugado los Playoffs; pero solo con dos apariciones en semifinales de conferencia y de allí no ha podido pasar, por lo que se puede exclamar sin temor alguno que están en deuda con su exigente afición.
Mucho por analizar y reflexionar si tendrán de aquí a la próxima edición, así como varias cosas para reconstruir, así tengan que sacrificar un buen par de años para poder amalgamar a un conjunto limpio y que pueda realmente trascender más allá de lo que ha podido.