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La NBA, con su brillantez y su drama, ha visto a muchos jugadores luchar incansablemente en los playoffs, con la esperanza de levantar el trofeo Larry O’Brien. Sin embargo, para algunos de los más grandes talentos de la liga, la gloria del campeonato ha permanecido elusiva. Aquí exploramos las historias de cinco jugadores icónicos que, a pesar de su tenacidad y rendimiento excepcional, no lograron coronarse campeones: Karl Malone, John Stockton, Patrick Ewing, Reggie Miller y Al Horford.

Karl Malone: 193 partidos de playoffs.

Apodado “The Mailman,” es quizás el ejemplo más emblemático de un jugador que siempre entregaba en la cancha, pero nunca recibió el anillo de campeón. Malone disputó 193 partidos de playoffs a lo largo de su carrera, principalmente con los Utah Jazz y brevemente con los Los Angeles Lakers. A pesar de dos apariciones en las Finales de la NBA (1997 y 1998), Malone y los Jazz fueron derrotados por los Chicago Bulls de Michael Jordan en ambas ocasiones. Su capacidad para anotar y rebotear lo convirtió en uno de los mejores power forwards de todos los tiempos, pero el campeonato siempre le fue esquivo.

John Stockton: 182 partidos de playoffs.

El inseparable compañero de Malone, John Stockton, es otro gigante de la NBA que nunca logró ganar un título. Stockton jugó 182 partidos de playoffs, todos con los Utah Jazz. Es el líder histórico de la NBA en asistencias y robos, y su visión en la cancha y precisión en el pase son legendarias. Sin embargo, al igual que Malone, Stockton nunca pudo superar a los Bulls en las Finales de la NBA. Su habilidad para dirigir el juego desde la posición de base es un testimonio de su inteligencia y destreza, aunque el anillo de campeón nunca adornó su mano.

Reggie Miller: 144 partidos de playoffs.

Uno de los tiradores más prolíficos en la historia de la NBA, disputó 144 partidos de playoffs con los Indiana Pacers. Famoso por sus triples y su habilidad para anotar en momentos cruciales, Miller llevó a los Pacers a las Finales en el año 2000, donde fueron derrotados por los Los Angeles Lakers de Shaquille O’Neal y Kobe Bryant. Miller es recordado por su espíritu competitivo y su capacidad para elevar su juego en situaciones de alta presión, aunque el campeonato siempre le fue esquivo.

Al Horford: 141 partidos de playoffs.

Conocido por su versatilidad y liderazgo en la cancha, ha jugado 141 partidos de playoffs hasta la fecha sin ganar un campeonato. Horford ha sido una presencia constante en los playoffs con los Atlanta Hawks, Boston Celtics y Philadelphia 76ers, destacándose por su defensa sólida, su inteligencia en el juego y su capacidad para contribuir tanto en ataque como en defensa. A pesar de sus esfuerzos y de haber llegado a varias finales de conferencia, el anillo de campeón aún se le resiste. En estos momentos se encuentra en busqueda de romper esta racha.

Patrick Ewing: 139 partidos de playoffs.

El robusto centro de los New York Knicks, jugó 139 partidos de playoffs sin ganar un campeonato. Ewing llevó a los Knicks a las Finales en 1994 y 1999, pero en ambas ocasiones su equipo quedó corto, primero ante los Houston Rockets y luego frente a los San Antonio Spurs. Ewing era conocido por su imponente presencia en la pintura, su habilidad defensiva y su capacidad para anotar en el poste. Su carrera está marcada por su liderazgo y su compromiso, aunque la falta de un título siempre será una nota agridulce en su legado.

En esta emocionante batalla contra los Mavericks, la historia está por escribirse. Los aficionados de los Celtics y los seguidores de Horford en todo el mundo esperan que este sea el momento en que finalmente pueda levantar el trofeo Larry O’Brien y poner fin a una de las narrativas más persistentes de la NBA.