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Ahora si se le ha complicado todo a Los Ángeles Clippers y más cuando en su propio recinto del “Crypto.com Arena” para que sea más doloroso aún, han caído de nuevo por tercer encuentro en fila ante unos alzados Phoenix Suns que ahora quedan a solo una victoria de acabar con esta serie.

Ya se mencionaba en la previa que los californianos estaban en serios problemas, tomando en cuenta que no han tenido la fortuna de que uno de sus referentes como Paul George se haya recuperado de sus problemas físicos, y de paso se le han sumado los malestares en la rodilla lastimada de Kawhi Leonard.

Y entonces, tal como ocurriera en el tercer partido de hace dos días, buena parte de la responsabilidad ahora ha tenido que recaer en la humanidad del siempre polémico Russell Westbrook, pero esta tarea no ha sido nada sencilla, sobre todo cuando le toca medirse ante un rival completo que tenía a todos sus juguetes.

Y bastó solo con que volvieran a aparecer par de figuras que muy bien les ha ido en esta postemporada como Devin Booker, líder anotador en esta instancia, y lógicamente Kevin Durant, ambos sobrepasando hoy la barrera de los 30 puntos.

En este sentido, los de Phoenix tuvieron todo a su favor, con todo y el susto incluido y el tener que remontar una ligera desventaja con la que iniciaron este cuarto duelo en Los Ángeles; pero ya el hecho de haberse recuperado de esa derrota inicial en el “Footprint Center” con par de triunfos en California les ha compensado grandemente.

Además de Booker y Durant, Chris Paul con 19 tantos y DeAndre Ayton con otros 15 ha sido más que suficiente para acabar con cualquier aspiración rival; solo Westbrook y sus 37 unidades es lo que se puede rescatar de un conjunto que ahora no puede perder otro juego más porque sería el último de esta temporada.

Pero pareciera muy cuesta arriba el tener que ganar incluso dos veces en territorio tejano, y el factor anímico no les favorece en nada; todo apuntaría a que será una anécdota más y que ya tendrán que pensar en la próxima edición, apuntando a recuperar de lleno a sus figuras y ser un candidato serio desde el inicio.