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Con la llegada de Kevin Durant a los Phoenix Suns todos los especialistas en baloncesto ya colocaban a este equipo como candidato principal a al menos llegar a las finales de la liga, tal como sucediera hace par de años cuando se coronaron en la conferencia del Oeste, para luego caer ante los Milwaukee Bucks por el máximo trofeo de la competición.

El hecho de que un jugador de este tipo haga compañía a un grupo ya conformado por personajes como Devin Booker, Chris Paul y DeAndre Ayton, apuntaba a que la nueva directiva de esta franquicia iba a por todas por un campeonato que siempre se les ha hecho esquivo.

Y entonces las críticas no han parado de llegarle a la “tarántula”, puesto que desde que ha salido del Oklahoma City Thunder, luego de 9 temporadas allí sin poder saborear el éxito, emprendió rumbos hacia los Golden State Warriors cuando ya tenían a Stephen Curry como su principal figura, y con ellos alcanzara sus únicos dos anillos y con el MVP de las finales incluido.

Pero en vista de su conducta algo controversial, pues iba a ser complicado seguir en un equipo que ya tenía a sus personajes consagrados, para tratar de emular este éxito en los Brooklyn Nets, con la compañía de un Kyrie Irving no menos polémico; sin embargo, los objetivos no fueron logrados.

Ante todo este panorama, y con todo y su buena temporada en ofensiva y sus 29,1 puntos por encuentro, cabe la interrogante de que si estará en disposición de continuar labrando su nuevo anillo de campeón por los lados de Arizona, o si nuevamente pedirá cambio de aires, como ya lo hiciera hace unos meses estando aún en Brooklyn, ante su mala relación con sus directivos.

Nadie podrá negar su calidad como jugador ni mucho menos; pero desde el 2016 para acá siempre ha estado en el ojo del huracán y sin un rumbo concreto y seguro, tal como ha pasado con otros buenos jugadores como su antiguo compañero Russell Westbrook o el mismísimo James Harden.

Pero en las próximas semanas podremos saber mucho más de su destino inmediato, en una competición donde aún le queda mucho por aportar.