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Stephen Curry, uno de los jugadores más icónicos en la historia de la NBA y actual estrella de los Golden State Warriors, no piensa desvincularse del mundo del baloncesto una vez que decida retirarse. A sus 35 años, Curry ya tiene la mirada puesta en un futuro fuera de las canchas, visualizando la posibilidad de convertirse en propietario de una franquicia de la liga.

En una entrevista con Jessica Golden de CNBC, Curry expresó su interés en formar parte del selecto grupo de exjugadores que han dado el salto a la gestión de equipos. “Definitivamente es algo que está sobre la mesa. Creo que podría hacer un buen trabajo ayudando a mantener la grandeza de la NBA y liderando una organización hacia el campeonato”, afirmó el base.

Sin embargo, Curry dejó claro que no tiene prisa por hacer la transición hacia un rol administrativo. “Sé que tengo mucho más que lograr en la cancha antes de pasar a otros roles en la liga”, sentenció. Y no es para menos: el jugador acaba de firmar una extensión de contrato por un año con los Warriors, valorada en 62,5 millones de dólares para la temporada 2026-27, lo que asegura que aún le queda baloncesto por ofrecer.

Curry, quien lideró a los Warriors hacia su inesperado título en 2022, sigue siendo el pilar fundamental del equipo de San Francisco. No obstante, la franquicia ha enfrentado desafíos en las últimas temporadas, no logrando pasar del play-in en la campaña pasada. Además, la reciente salida de Klay Thompson rumbo a los Dallas Mavericks añade incertidumbre sobre el rendimiento del equipo en la próxima temporada.

Si bien Curry está enfocado en seguir sumando éxitos dentro de la cancha, no cabe duda de que su visión de futuro lo coloca como uno de los posibles nombres a seguir cuando llegue el momento de colgar las zapatillas. Siguiendo el camino de figuras como Michael Jordan y LeBron James, Curry aspira a dejar su huella en la NBA no solo como jugador, sino también como propietario y líder en la gestión deportiva.