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Si en Houston han extrañado al José Abreu de los buenos tiempos, parece que de momento el sufrimiento ha sido cuanto menos, mitigado. En los últimos días el otrora ganador del premio MVP de la Liga Americana ha demostrado que a sus 36 años todavía puede entregarnos grandes actuaciones tal y como lo hizo durante su prime. Sin embargo, es curioso que esto ocurra justo cuando está caído su compatriota Yordan Álvarez, principal bujía ofensiva del conjunto de los Astros.
Acostumbrado a pelear por el trofeo de Jugador Más Valioso del joven circuito, el dorsal 44 del cuadro texano seguro que lamenta con mucho pesar el tener que estar alejado de los terrenos alrededor de 4 semanas debido a una distensión en uno de sus oblicuos. No obstante, ha llegado para cubrirlo la mejor versión de Pito en lo que va de la campaña 2023.
Quizás aquellos que creyeron que el oriundo de Cienfuegos ya estaba en pleno declive tendrán que esperar un poco, puesto que lo mostrado en el último puñado de partidos por el ex de los Medias Blancas de Chicago llena de esperanza e ilusión a unos cuantos. A pesar de estar bateando una pobre línea ofensiva de .230/.285/.315, desde el 9 de junio hasta hoy (días en los que Yordan no ha estado disponible) su rendimiento ha dado un giro de 180 grados.
En los 6 duelos más recientes, Abreu posee hilo de bateo de .333/.357/.741 con un OPS de 1.098. También contabiliza 3 cuadrangulares, 2 dobletes, 10 carreras impulsadas y 4 anotadas en ese periodo, lo que ha ayudado a la tropa sideral a triunfar en 4 de esos 6 duelos. Para más inri, el pasado martes disparó su imparable número 1500 de por vida en Las Mayores, algo que seguramente le levantó la moral.
No se sabe si la ausencia Yordan Álvarez tenga que ver con este repunte con el madero por parte de José Dariel, pero seguramente al mánager Dusty Baker y al resto de partidarios de los Astros no les interesa en lo más mínimo y sólo desean que el buen accionar se perpetúe en el tiempo.