Your browser doesn’t support HTML5 audio

Los Mets de Nueva York seguro que están con las manos en la cabeza después de lo ocurrido ayer en el encuentro que disputaron contra los Dodgers de Los Ángeles. Más allá de que lograron vencer a la dura novena californiana por pizarra de 5×3, acabaron siendo perjudicados por una suspensión de 10 juegos que pesará sobre uno de sus lanzadores estrella, el estelar Max Scherzer.

La misma tuvo lugar como consecuencia de una pillada por parte del árbitro principal al propio serpentinero, quien aparentemente habría estado usando sustancias ilegales para mejorar su agarre de la pelota. El evento causó conmoción y confusión entre los presentes, pero al final el árbitro decidió que lo correcto era echar del partido a Blue Eye antes de que pudiera comenzar su actividad en la cuarta entrada del cotejo.

Anteriormente, en el inning 2, algo extraño habían notado las autoridades en las manos del pitcher, las cuales describieron como rugosas. Sin embargo, le enviaron a limpiarse con alcohol en presencia de un oficial de la liga. Aun así, cuando saltó al diamante por cuarta vez en la tarde, su guante fue revisado por dentro y allí habrían encontrado la prueba del delito.

En ese momento un acalorado Scherzer gritó que se trataba de colofonia (elemento legal que se usa para agarrar bien la esférica), que lo juraba por sus hijos, aunque las autoridades hicieron caso omiso de su alegato y también del interpuesto por el mánager Buck Showalter que había saltado en defensa de su pupilo.

Ahora, los Mets podrán apelar la sanción, mas el tirador no podrá cobrar mientras pesa sobre él el castigo. ¿Habrá hecho trampas el diestro estadounidense o tendrá razón y sólo fue una confusión de los árbitros?

En un encuentro posterior con la prensa Mad Max agregó: Dijo que mi mano estaba muy pegajosa. Le dije que le juraba por mis hijos, no estoy usando nada más. Es sudor y colofonia. Sudor y colofonia. Me dijeron es muy pegajosa, así que me echaron”.