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Lo fue y en teoría puede seguir siéndolo, habrá que esperar, pero la realidad no muestra perspectivas halagüeñas, no, su aventura en el Bronx apenas ha durado un mes, puede quizás que dure un mes y un poco más, poquito más, un mes y unos días tal vez, lo cierto que ha sido un tiempo bien corto y a pesar de sus probadas condiciones como lanzador, Junior Fernández deberá seguir sopesando la incertidumbre sobre su futuro en Las Mayores.

A mediados de noviembre último, tal como lo reportó MLB.com, el quisqueyano fue reclamado por los Yankees de Nueva York, horas después de ser designado para asignación por los Piratas de Pittsburgh y en ese momento se creó todo un universo novelesco alrededor de la figura del dominicano, sus 100 millas y su edad, 25 años le daban un plus adicional que bien lo podrían ubicar en un buen lugar dentro de la organización más emblemática del béisbol.

Antes

Cuatro años atrás, Fernández había descollado como una pieza con futuro notable dentro de los Cardenales de San Luis, pero la pieza, como sucede tantas veces, la pieza se convirtió en una de esas eternas promesas que nunca terminaron de dar el gran salto y el antillano, en abrir y cerrar de ojos pasó de promesa a decepción.

Refiere Baseball-Reference que en 47 desafíos con la franquicia de Busch Stadium, Fernández trabajó para más de 5 en cuanto a efectividad y su baja tasa de ponches, 18,7%, echaba por tierra la potencia de su bola rápida, eclipsando con el paso de los días sus opciones en el elenco de Missouri.

 Al PNC Park

El criollo fue liberado por los Cards y en su peregrinar recaló en Pittsburgh, pero en el PNC Park, allí, a orillas del río Allegheny su libreto fue más de lo mismo, en tres desafíos con los Piratas, mucha velocidad, pocos ponches, excesiva cantidad de boletos y ese nefasto promedio de limpias por encima de 5, ahí, inamovible, siendo el peor lastre en sus aspiraciones.

Al momento de ser reclamado por los Yankees, Junior Fernández compilaba de manera general, una efectividad de 5,17 y un feo whip de 1, 7, pero así y todo los Mulos se hicieron con sus servicios en ese entonces, pensando de alguna manera, puede que en una perspectiva poco racional, explotar el talento de Fernández de cara a 2023.

En este punto, con la firma de Aaron Judge y Carlos Rodón, llegaron las buenas noticias para los fanáticos en el Bronx, pero a la vez, tras bambalinas, la buena noticia se convirtió en una pesadilla para Fernández, quien hace solo una hora fue puesto en asignación por los Bombarderos, debido en parte a la imperiosa necesidad de abrir espacio en el roster para las ya mencionadas figuras.

Otra mala noticia

La noticia la dieron a conocer los Yankees este miércoles y en este sentido, vale resaltar que los Mulos tendrían una semana para cambiar a Junior Fernández o con posterioridad pasarlo por waivers, en espera de que algún elenco se decida a ofrecerle una nueva oportunidad o llegado el momento, de no ir a Ligas Menores, liberarlo.

Sus números son malos, eso es un hecho y hay que nombrarlo como tal, pero que 100 millas y 25 años no puedan servir en Nueva York, con los Yankees, no significa de ningún modo que esto sea el final, habría que ver, en cuatro meses, antes de que comience la nueva campaña, muchas cosas todavía pueden pasar.