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Gerrit Cole está subestimado, incluso puede que mal pagado. Esto último sabemos nos traerían discusiones, quizás en otra oportunidad aclaramos la perspectiva al respecto. Volvamos a lo primero, lo menospreciado que es.

Sin embargo, una encuesta rápida y poco científica a cazatalentos y ejecutivos después de su última joya, una blanqueada de 2-0 a los Mellizos que redujo su efectividad a 0.95, produjo un resultado esperado: estas personas lo clasificaron como uno de los mejores lanzadores abridores del juego, por supuesto.

Pero todavía no captaban del todo la grandeza. La realidad es que ha de ser el mejor actualmente. Y hasta nosotros lo subestimamos, pues lo planteamos y no nos atrevemos a hacerlo con afirmación.

Néstor Cortés lo tiene más claro. Ha mencionando cómo Cole elabora un plan de juego preciso y luego lo ejecuta a la perfección y razones por las que según él es el mejor lanzador de las Grandes Ligas.

Cole respondió al enterarse de la respuesta de Cortés que Cortés es “un buen compañero de equipo”, lo cual es incuestionablemente cierto. Y Gerrit bastante humilde.

Cole está realmente en el punto óptimo de su carrera. Max Scherzer, Justin Verlander y Clayton Kershaw son grandes de todos los tiempos, pero están más cerca del final que del medio (aunque a los 40, Verlander sugirió que puede lanzar por la eternidad). Sandy Alcántara, Dylan Cease, Max Fried y Julio Urias están más cerca del comienzo.

Jacob deGrom tiene que ser el más talentoso, en su mejor momento nadie puede tocarlo, pero solo ha liderado la liga en exámenes de resonancia magnética en los últimos dos años. Cole es el que es genial y confiable y está justo en el medio de su mejor momento.

Desde 2020 (que se puso la tela a rayas), Cole es el primero en ponches con 626, primero en ponches cada nueve entradas con 11.69 y segundo en victorias detrás de Urias de los Dodgers con 40.

Su recta esta en 96 o 97, un par de sus mejores números y su comando preciso. Él hace su tarea. Sabe por dónde atacar.

Cole ocupa un lugar destacado en todas las categorías, pero lo que lo separa del resto es la disponibilidad de Cole. No solo nunca se pierde una salida, ni siquiera hay una pista de que algo podría estar mal. Una de las razones por las que se ubica en lo más alto de todas las listas estadísticas es su disponibilidad.

Y no es solo estar, es que está dominando.

Es el primer lanzador de los Yankees en registrar una efectividad inferior a 1.00 y acumular 30 ponches en las primeras cuatro aperturas de la temporada, y ciertamente es el líder inicial para el premio Cy Young que nunca ha ganado. Tenía todo para hacerlo 2019, pero Verlander, su compañero de equipo en los Astros, lo derrotó.

Cuando firmó con los Yankees, que vencieron a los Dodgers y los Angelinos de su ciudad natal, en diciembre de 2019 obtuvo un contrato de $324 millones por nueve años, un récord para un lanzador. Un dinero a la altura de su grandeza, como no lo está la apreciación general en el lugar lo ubican en la lista de los mejores en la actualizdad.

El otro gran abridor que firmó en esas reuniones de invierno fue Stephen Strasburg, quien apenas ha lanzado desde que volvió a firmar con los Nacionales por $245 millones durante siete años.

Mientras tanto, Cole sigue adelante, nunca pierde el ritmo. Es un gran lanzador que algún día terminará en Cooperstown.