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Fue su revancha, sin dudas, casi dos años después de aquel octubre de 2021, cuando los Bravos de Atlanta sometieron a los Astros de Houston en el Clásico de Otoño de aquella campaña, Yordan Álvarez tuvo su desquite.

Por aquel entonces, luego de ser un verdugo para Medias Blancas de Chicago en la Serie Divisional y posteriormente, el castigador de los Medias Rojas de Boston en la Serie de Campeonato, luego de exorcizar sus demonios madero en ristre, el cubano se disipó por completo contra el elenco de Georgia en la Serie Mundial.

La venganza

Este fin de semana, allá en el Truist Park en la emblemática Atlanta, en el sur profundo de los Estados Unidos, Yordan Álvarez se desquitó como solo él sabe hacer.

No le bastó aquel descomunal batazo contra A.J. Minter el viernes, el mismo con el que decidió el primer cotejo de esta subserie entre los Bravos y la escuadra sideral, no, el sábado repitió la dosis con otro bambinazo y ayer domingo, con un imparable, también a la hora cero, cuando los nervios afloran y pueden temblar las rodillas, un instante así, Yordan conectó un hit impulsor de dos carreras que de igual manera incidiría en la victoria final de Houston 5-2.

Instantes hechos a su medida

Es un hombre hecho para los grandes momentos, una especie de Reggie Jackson moderno, tal vez una encarnación de Ken Griffey Jr o una mezcla perfecta de David Ortiz con Juan Igor González, puede ser eso y todos a la vez, ello por solo citar ejemplos puntuales de lo que representa en este minuto Yordan Álvarez para el béisbol.

Esto es lo que ha dejado en los diamantes temporada tras temporada, desde su debut en 2019, cuando fue Novato del Año. Así lo hemos visto, con esa estampa, como una especie de sello personal, discriminando los lanzamientos con un temple único, cual témpano, frío, parado allí en medio del home.

Hechos

En este sentido están esos hechos de los que fuimos testigos en octubre último para moldear de la mejor manera posible esa estela; hablamos de aquel batazo contra Robbie Ray para decidir el primer juego de la Serie Divisional contra los Marineros de Seattle y después en el juego seis de la Serie Mundial, aquel otro frente a José Alvarado para sepultar las aspiraciones de los Filis y despejar el camino de los Astros hacia la corona.

Al instante de escribir este texto, el caribeño muestra una hoja de corte 253/367/533, con 6 jonrones y 27 carreras impulsadas, pero más allá de las estadísticas, una sensación se impone y es esa que nos dice que en este minuto Yordan Álvarez es el hombre de los momentos clutch en Grandes Ligas.