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Atónitos quedaron todos en el Bronx cuando escucharon la noticia de su llegada en aquel verano. Fue a mediados de la temporada 2021 y para ese entonces, era un criterio casi absoluto que su estancia con los Yankees de Nueva York sería efímera.

Durará unos meses- pensaron, atrás habían quedado sus años en su Cincinnati, el salto de calidad que nunca llegó y en San Francisco, vistiendo la franela de los Gigantes, habíamos visto un nuevo capítulo del mismo guion y por ello adquiría toda la lógica aquella perspectiva pesimista de la que hablábamos.

La historia

Antes de hacer su debut con los Mulos en Las Mayores, Wandy Peralta trabajó en 10 encuentros con el combinado de la Bahía, dejando forja de 2-1, una efectividad de 5,40 y un feo whip de 1,68, guarismos que atentaban contra su permanencia en el primer nivel del béisbol, así y todo, los Yankees decidieron apostar por él.

Sin hacer mucho ruido, el criollo cerró el año por todo lo alto, luego de que, en 46 partidos, sumara 42,2 entradas, dejando marca de 3-3, con un promedio de limpias de 2,95.

La estela de Peralta

Y así, aquel que debió marcharse en noviembre, dos años después sigue ahí, siendo más consistente que nunca a sus 31 años, tal como lo demostró en la pasada zafra, al caminar 56 marcos, con un registro de 2,72.

Así es, tal como usted puede leer, al momento de darle forma a este texto, cuando crece la incertidumbre respecto a la salud de hombres como Jonathan Loáisiga, Lou Trivino y Tommy Kahnle, cuando Clay Holmes es un saco de dudas y el bullpen de los Mulos emerge como la gran disyuntiva, cuando eso pasa, una vez más, Wandy Peralta va refrendando su clase, emergiendo como un verdadero caballo de batalla capaz de salir airoso en las situaciones más complicadas.

El  impacto

El caribeño ha lanzado en 13 partidos y en 11,1 innings, ostenta 2 victorias sin derrotas, además de 12 ponches, un whip de 1,32 y una efectividad de 2,38.

No tiene el pedigrí de otros, sin embargo, a base de hechos, dejándolo todo en el terreno, Wandy Peralta sigue respondiendo a la confianza y dejando entrever que su estadía en ese pedazo de tierra de Manhattan, será por mucho tiempo.