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Aunque no seas amante del béisbol, seguramente que en los últimos tiempos te topaste con el nombre de Francisco Lindor. Y no es para menos, ya que se trata de uno de los jugadores más eminentes del juego en la actualidad, pero sin lugar a dudas un verdadero portento defensivo que seguramente quedará en los anales del rey de los deportes como uno de los más grandes de la historia.

Justamente hoy volvió a demostrar esa enorme capacidad que posee cuando ante un batazo ante los Nacionales de Washinton sacó a relucir su magistral habilidad para fildear. Lo hizo como los mejores, de espaldas al plato, a toda velocidad, con solvencia y elegancia. De hecho, al final de la acción se adornó con una floritura por intermedio de la cual le entregó la esférica a un compañero para que este la hiciera circular.

Contra un batazo bastante complicado del dominicano Jeimer Candelario, Mr. Smile tomó carrera hacia terrenos del jardín central para poder concretar el out. En principio parecía que la pelota picaría de hit debido a la complejidad de su ubicación, pero siempre hay que tener en cuenta que Lindor hace ver estas cosas que parecen imposibles como las más sencillas del planeta.

La utilidad defensiva del campocorto boricua sirvió para evitar males mayores en la parte alta del tercer capítulo cuando el juego estaba igualado a 1 carrera por bando. Más tarde, los suyos acabarían venciendo por cifras finales de 9×8 en un apasionante duelo en el que vinieron de atrás y remontaron en el tramo bajo de la octava entrada.