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Estuvo esperando esa oportunidad durante mucho tiempo, unos seis años para ser exacto, seis años en los que debió sortear el miedo y las consecuentes dudas que emanan del hecho de llegar a un ambiente nuevo e incluso hasta hostil; seis años luchando contra esa nefasta idea que parecía impregnarse en su mente, diciéndole que no triunfaría, que todo el sacrificio era en vano… tenía apenas 17 años cuando fue firmado por un equipo de Grandes Ligas.

Era su gran sueño hecho realidad, sabía que el camino seguía, que podía ser escabroso hasta alcanzar límites insospechados, pero era un paso importante, hasta cierto punto el verdadero comienzo de esta historia y tal vez, por esto mismo, Gilberto Celestino reía ese día, de modo escueto pero lo hacía.

Estaba debutando en Grandes Ligas, atrás habían quedado los Astros de Houston, el largo peregrinar por Ligas Menores y aquella duda de la que hablamos.

El debut

Aquello fue a mediados de 2021 y  debió ser su oportunidad, pero falló, las cosas no salieron bien, luego de que en 23 partidos, apenas bateó para 136 de average.

En ese momento todo indicaba que su existencia como jugador en Minnesota giraría alrededor de los continuos intentos por sobrevivir en Ligas Menores y debió ser así de cara a 2022.. el guion parecía escrito y por ende su destino estaba trazado…

El regreso

Debió ser y lo fue, al menos en el comienzo, sin embargo, por esos entresijos que se tejen de manera sigilosa, puede que hasta por  casualidad, así como llegan las buenas cosas… Gilberto Celestino regresó Grandes Ligas, los problemas de lesiones habían dejado sin variantes a los Mellizos en los jardines y tuvo una nueva oportunidad.

Su guante lo salvaba, era como su seguro de vida, nadie ponía en tela de juicio su valor como defensor, incluso algunos llegaron a compararlo hasta con Byron Buxton, pero Celestino debía batear.

Nos cuentan MLB.com y el portal twinsdaily.com que allá por mayo , el criollo legó una pequeña muestra de lo que podía hacer con el madero, dejando una hoja de corte de 364/426/418, con tres dobles como extrabases.

El antillano ilusionó a todos y al cerrar la zafra, tras 122 desafíos diputados dejaba una línea ofensiva de 238/313/302, con par de vuelacercas y 24 carreras impulsadas.

Otra batalla

A sus 24 años, ya metido de lleno en la nueva temporada, Celestino comenzaba el curso como uno de los candidatos de fuerza para asumir en alguno de los jardines, ello a pesar de la llegada de Joey Gallo a Minnesota, pero hace unos días se lesionó al tirarse bruscamente durante el juego de Spring Training entre los Mellizos y los Bravos de Atlanta.

En este sentido, los primeros reportes indican que tras someterse a cirugía para reparar su pulgar, el quisqueyano estaría fuera de acción, entre 6 y 8 semanas.

Se trata de un duro golpe en las aspiraciones de un jugador que se aprestaba a irrumpir en su posible año consagratorio, pero no es nada nuevo para Celestino, simplemente otra prueba más, una de las tantas batallas que viene librando desde aquel 2015, cuando fue firmado por los Astros de Houston.